Una bonita historia que ha dejado un buen ‘pellizco’ en dos bares de la capital. Todo parecía indicar que la suerte había esquivado Valladolid un año más, pero afortunadamente un acto de generosidad entre amigos y familiares ha acabado con 25 décimos del número 62.246 repartidos entre dos bares de la ciudad. Un vallisoletano que emigró a la localidad de Mondragón lleva más de 25 años intercambiando boletos con los amigos íntimos que dejó en Valladolid en su día. «Llevamos más de 25 años intercambiando con él décimos», destacó uno de los propietarios del Mesón Don Enrique, en la calle Paraíso.
Este emigrante de su tierra ya está jubilado, pero continúa viajando a Mondragón y, en esta ocasión, trajo 25 décimos que se han repartido entre personal laboral, familias y clientes de los bares Thais, en la calle Profesor Adolfo Miaja de la Muela y el mencionado Mesón Don Enrique, según informó ayer La Ser.
En este último se han repartido unos 14 décimos y toda la familia lleva «su parte». José Ignacio Rodríguez, uno de los hijos del propietario, indicó que llevan «casi toda la vida» intercambiando números con Mondragón a través de su amigo y en esta ocasión «ha habido mucha suerte».
El cliente José Quesada, un recién jubilado, casi no podía retener las lágrimas ayer en el bar. «Nos quedaban 50 euros en casa para acabar el mes, no sabía si iba a poder comprar la cena de Nochebuena y bajé al bar a coger el décimo que me tenían reservado. Hoy (por ayer) ya fui al banco y me han dado una parte. Estaba pelao». «Me voy a poner una dentadura postiza y hacer un buen viaje con la mujer». Botellas de champán, amigos, risas, abrazos…
De la misma forma, este hostelero vallisoletano que se estableció en Mondragón con el Mesón Manolo también intercambió los décimos con los dueños y clientes del bar Thais, en Parquesol, donde el camarero Valentín Zazo, quien no podía parar de reír. «Tengo claro lo que voy a hacer, comprarme un piso con hipoteca. Vivo en una casa de mi hermana».