Rodrigo Serna
El 17 de Septiembre de 1993 se inauguraba el Nuevo Casino de Villa Carlos Paz, una obra monumental, que disponía de esmerada atención, bares, restaurantes, piano Bar, sala Vip y un lugar donde las figuras de la música y el humor hacían de complejo un lugar hermoso para visitar hasta para los que no jugábamos al paño ni al Black Jack, ni al punto y banca. Hasta iban allí personas que ni al Bingo entraban, cabe destacar que muchos de nuestros abuelos adeptos a la tómbola se tomaban una copa y lo visitaban de vez en cuando. (De gran atractivo de aquellos años).
Las preferencias del juego fueron mutando y el paño fue reemplazado por las Slots, el bingo desapareció y de a poco los shows en el casino fueron desapareciendo en el predio de la sala principal que da al lago, se tornó en una gran sala donde las slots le iban ganando terreno a todo, al paño, a los shows, a los espacios para sentarse, y se transformó en una gran almacén de luz blanca que solo tenía la finalidad de recaudar sin casi brindar servicios, solo algunas noches en Club Zero, el restaurante de excelente gastronomía que se conservó tenía algún show en vivo.
Luego sobrevino la condena social y una campaña política del entonces candidato y actual intendente de que los casinos debían abrir a las 20 hs, según el proyecto presentado por él. Había otros proyectos como el que habíamos presentado con la Concejal Chiodi, que proponía que el casino tenga su apertura a las 14 hs y esté cerrado durante la mañana hasta el almuerzo. Por supuesto el intendente al asumir se olvidó de su promesa. Pero esto es solo una anécdota.
Comprendo el juego en los casinos como un recurso turístico que tiene que brindar un sin número de servicios entre los cuales estén las diferentes opciones de juego. El concepto del Casino como había sido creado en 1993 era el que necesitaba Carlos Paz, era el que brindaba una serie de comodidades y servicios que jerarquizaba la oferta turística, que luego fue desapareciendo.
Hoy con mucho agrado vemos nuevas inversiones en el casino, pantallas al ingreso de ambas caras con un ingreso renovado, una pequeña remodelación interior en las salas, pero una gran reforma en gastronomía. Un restaurante con sillas de estilo y un ambiente cuidado y especial, y por el nuevo ingreso de la costanera otro restaurante con variedades y una mesa dulce para el placer de los sabores culinarios. Si a esto le sumamos una hermosísima barra en el interior con una amplia disposición de espacios y una variada gama de bebidas y espectáculos todas las noches, así estaremos dando nuevamente un servicio turístico que renueva la esencia de lo que fue el casino y nos acerca a lo que necesitamos como oferta turística.