que se hayan encontrado en Israel y confirma que Gat era una de las ciudades más influyentes de la región, en esa época.
Cerca de la puerta, el equipo de Maeir también desenterró los restos de la extensa muralla de la ciudad, un templo filisteo, trabajos en hierro y cerámica.
Mientras que la cerámica guarda el sello distintivo del estilo filisteo, pueden verse también elementos de técnicas en los fragmentos, lo que indica que había entre las dos culturas una interacción mayor de lo que se pensaba.
“Esto refleja las conexiones intensas y multifacéticas que existían entre los filisteos y sus vecinos”, puntualizó Maeir.
Los arqueólogos también encontraron evidencias de una destrucción generalizada, provocada por un terremoto en el siglo IIIV A.C., en lo que el equipo sostiene que podría ser el desastre que se menciona en el libro bíblico de Amós.
Aunque los arqueólogos han estado excavando en el lugar desde 1899, los expertos se han dado cuenta hace poco cuán extenso era el sitio de la Edad de Hierro.
Entre otros descubrimientos notables realizados a lo largo de veinte años de excavaciones, en este sitio, se destaca la primera inscripción filistea descifrable, que contiene dos nombres similares al del personaje bíblico Goliat.