El movimiento cultural de Santander cuenta con algunos bares y restaurantes de la ciudad en la misión de despertarse, de darse vida en lo que a arte y cultura se refiere. Aunque son varios los espacios que participan en la escena musical y artística de la capital, los 4 siguientes son lugares que han destacado aun llevando menos de 5 años en el listado cultural de la ciudad.

La Barraca

La Barraca abrió sus puertas el 21 de septiembre de 2012, el día de San Mateo, ya que las dueñas son dos apasionadas campurrianas. Belén y Lucía, compañeras y primas, ya llevan año y medio al timón de La Barraca. Una puerta roja, al entrar, los grandes ojos de Buñuel a la izquierda, una barra a la derecha, al fondo un pequeño escenario y sobre tu cabeza una pantera y una moto vintage. Eso es La Barraca. Un bar que, además de cañas y demás brebajes, nos presenta un pequeño, aunque variado, programa cultural. Desde que empezaran hace casi dos años han acogido más de 20 exposiciones, tanto de pintura como de fotografía, o incluso de joyería y artesanía. Y ha contado con artistas como Enrique Cintrano.

En lo que artes escénicas se refiere el bar ha disfrutado de obras de teatro y monólogos, para los que han colaborado con el aula de teatro de la Universidad de Cantabria; actuaciones de cabaret, de circo y algunos conciertos. Cada miércoles, excepto en los meses de verano, La Barraca ofrece recitales. Desde el bar lo definen como un micro abierto donde cualquier persona tiene la oportunidad de improvisar lo que quiera: desde cantar hasta bailar pasando por contar lo que le parezca.

También la barraca hace su incursión en el séptimo arte a través de proyecciones enriquecidas con los cineforums de Crack Sotocine. Proyecto para el que además organizaron un festival de cortos en el que recibieron, para su sorpresa, más de 100 trabajos, así que están trabajando para llevar a cabo la segunda edición. Aunque las responsables del bar, Belén y Lucía, están interesadas en seguir programando actividades culturales que muevan un poco la ciudad, dicen que “no deja de ser un bar” y que no les gusta el término “espacio cultural” porque “la cultura no está en las paredes, aunque las adornemos con cuadros y exposiciones, la cultura nos la trae la gente que viene”.

La Barraca abre de martes a sábado en horario de 19.30 a 3.00 y se encuentra en la calle Atalaya número 7.

Metropole

El Metropole es el bar con mayor trayectoria de la Calle del Sol. Ya cumple 30 años, aunque Javi y Víctor sólo lo llevan desde 2012. La actividad cultural del bar empezó con la música indie, se fue ampliando a mesas de mezclas y ha acabado mezclando jazz con galletitas caseras, batidos de fruta y crowdfunding. Los dos gerentes eran habituales del bar, y cuando les surgió la oportunidad de hacerse con él ya tenían en su cabeza todo un proyecto de mejora y enriquecimiento del espacio. Aunque han intentado mantener lo que el Metropole ha sido 30 años, referente musical en la fiesta nocturna santanderina. Es un lugar en el que además de los gintonics, se cuida la decoración, el ambiente y la atmósfera. Es de los poquísimos bares en los que no te extrañas si, tras girarte para coger una gominola, ves que se está proyectando La Dolce Vita de Fellini en la pared.

En las noches del Metropole, los jueves, viernes y sábados, se puede disfrutar de sus clásicas pinchadas, en las que suena desde indie hasta ska pasando por disco y electrónica. Cuentan con colaboraciones de Residua Club (que actuarán el próximo 24 de este mes), Remembering Ontario (el 18 de julio), Leonard Zelig (26 de julio) o ANDN Club, que estarán esta noche en el local. El horario se ha ampliado a las tardes, ofreciendo café y postres caseros para merendar. En este horario de tarde hay dos citas importantes: JazzCookies, café, jazz y galletitas de 18h a 21h; y BeatFruit, propuesta de este verano para las tardes de jueves: batidos y zumos de fruta naturales con calypso, bossa, mambo, latin…

Otro proyecto de los más punteros, no sólo en el bar sino en la ciudad entera, es Sunday Soup. Iniciativa importada de Estados Unidos que consiste en ofrecer comida a precios populares y realizada por voluntarios. Los beneficios obtenidos se dedican a la financiación de proyectos artísticos. Desde que empezó ha servido para financiar más de 15 proyectos. El crowdfunding también parece una de las pasiones del Metropole, ya que el espacio proyecto, en calidad de estreno, la película “El Cosmonauta”, primera película española realizada gracias a la inciativa crowdfunding.

El Metropole abre de 18.00 a 0.00 los lunes, martes, miércoles y domingos; hasta las 2.00 el jueves y de 20.00 a 3.00 los viernes y sábados en el número 10 de la Calle del Sol.

Umma

¿Recuerdas La Sixtina? Pues hace un año y 3 meses que dio a luz al Umma. Llevado por Miguel Ángel Rodríguez, cocinero curtido en ambientes culturales y gastronómicos de toda Europa, como el Noma en Copenhague o Mugaritz en San Sebastián. “Reseteo” el restaurante familiar para convertirlo en su propio producto. El Umma surge de la idea de aunar gastronomía de alta gama, a precio asequible, con fuerte apuesta por la música y un ambiente vanguardista.

Ahora mismo el restaurante expone, hasta agosto, una serie de miniobras de EquipoLaEscuela, una escuela de arte que trabaja con discapacitados. En octubre tienen programada otra exposición de Javier Lamela, fotógrafo afincando en Cantabria, y están preparando otra muestra del conocido artista e ilustrador japonés Yoshi Sislay.

Pero el plato fuerte, fuera de carta, en el Umma es la música. El restaurante es apasionado del jazz y, aunque acoge cualquier arte que considere de calidad, la única programación que podemos leer en una pizarra dentro del restaurante es “Umma Jazz, todos los jueves”. El servicio de cenas incluye cada cuarto día de la semana una música agradable con un grupo de jazz que ha recibido ya el cariñoso título de Umma Jazz, compuesto por Javi Mayor, Rafa Santana, Yeyo Pilatti y Quiú Herrero, que se van alternando cada jueves para ofrecer a los comensales del Umma un trío de jazz clásico. Aunque esporádicamente el restaurante también cuenta con Dj’s como Sergio Mayoral o Chema Armengou, que mezcla bases de jazz con instrumentos clásicos como trompeta o contrabajo.

Entre los próximos planes de obligada asistencia está una fiesta “gastro-cultural”, según define Miguel Ángel, organizada entre el equipo Umma, SolCultural y amigos de profesión de Miguel Ángel. La música y la cocina saldrán a la calle el 14 de septiembre para pasar una jornada que agradecerán los oídos y el paladar. Música y comida de calidad en la acera de la Calle del Sol.

El restaurante umma cierra domingos y lunes por la mañana. El resto de la semana la cocina abre de 13.30 a 15.30 y de 20.30 a 23.00. En el 47 de la Calle del Sol.

Black Bird

Nacho, Igor y David, responsables de la sala, querían ser uno de los elementos dinamizadores de la cultura de la ciudad, y en agosto de 2012 abrieron las puertas del Black Bird Club. En sus cuatro años de andadura la sala Black Bird Club ha dado más de 1.200 conciertos. Tanto de grupos locales, Papa Shango, Muy Deficiente, Los Chigros; como nacionales, La Fuga, Los Zigarros, El Pescao, Los Deltonos; y también han tenido presencia de grupos de la escena internacional como The Brew, The Queers, GodFathers, The Sadies, Carvin Jones o Willi Nyle. El Black Bird Club nace con la ambición de abrirse un huequito, en el que ahora está asentadísimo, en la escena y la programación cultural de la ciudad. ¿El secreto? Realizar actividades 7 días a la semana y con un nivel de calidad considerable. Además, a medida que crecían, fueron aumentando la oferta. Lo que desde fuera puede parecer solo noches de pelo largo y ropa negra, te sorprende desde dentro con una clase de salsa a “la hora del vermú”. En las clases de baile también incluyen lecciones de swing y de Rock and Roll. Aparte del tema músical con conciertos y pinchadas de músicas variadas como funky, rock, pop o reggae, también han organizado exposiciones de fotografía, pintura, concursos de skate o hip-hop; el concurso de hip-hop recibió el nombre de ‘Palabra’ y ya lleva dos ediciones. El programa cultural del Club es muy variado e inusual, en pocos bares de Cantabria podemos escuchar rock mientras bailamos bachata. Es un espacio cultural de la ciudad en el que, todos los días que acudas, te encontrarás con algo que te enganche. Ya sea un concierto, una de las pinchadas de música diarias, una actividad o un taller de reparación de instrumentos.

Entre los conciertos, que ha dado el escenario del Black Bird Nacho, Igor y David recuerdan muchos con cariño, pero aun siguen muy emocionados con el concierto que tuvo el lugar el pasado 27 de junio. Jimmy Barnatán The Cocooners grabaron un directo en el club, con cd y dvd, que se convertirá en un tangible dentro de poco. Como invitados de honor el 27 estuvieron Nando G. Miguel (La Fuga), Johnny Cifuentes (Burning) y Carlos Tarque (M-Clan).

El Black Bird Club se encuentra en la calle Vista Alegre número 13 y abre al público de 20.00 a 3.00 de lunes a miércoles; de 20.00 a 3.30 los jueves; de 20.00 a 4.30 los viernes y sábados y de 13.00 a 23.00 los domingos.