Este 9 de octubre de 2014, escribe Luis Ventoso en ABC una columna titulada ‘Ciber-faltadas‘, en la que arranca diciendo:
Es como un gigantesco bar de copas. Se habla con lengua suelta, sin apenas reparar en lo que dices. Pero es mucho peor que el bar, donde al menos existe el respeto elemental que impone un diálogo cara a cara. «El patriotismo es el último refugio de los cobardes», decía el inteligente Doctor Johnson, criticando a los nacionalistas allá en su siglo XVIII. Muy cierto. Pero de vivir hoy, el temperamental sabio inglés tendría que ampliar su frase: «El patriotismo… y las redes sociales son el último refugio de los cobardes».
Añada que:
Arturo Pérez-Reverte ya no es un punk del año 77 provocando al «establishment». Es un señor mayor -el próximo mes cumplirá 63 años-, perfectamente integrado en nuestra burguesía intelectual. Académico desde hace once años, se trata de una persona inteligente, culta y educada, con un merecido prestigio como periodista y escritor.
Y concluye que:
Ni el Gobierno ni el Ministerio de Sanidad parecen el lugar adecuado para Ana Mato. Las dudas éticas que suscita su relación con el entorno Correa deberían invalidarla para el Ejecutivo, pues el PP llegó al poder enarbolando la bandera de la regeneración y la ciudadanía demanda tolerancia cero. Tampoco su currículo la hace idónea para una cartera tan especializada. Por último, la primera crisis seria que ha afrontado parece haberla desarbolado. Pero la crítica tiene que construirse desde el respeto personal, con argumentos y la normal educación. Aunque lleve más tiempo y no se logren los baños de masas que regala un buen disparate en Twitter.