A Ángel Abad Torres, de 61 años, lo encontró sin vida la mujer de la limpieza poco después de las siete de la mañana de este martes 24 de junio de 2014. Estaba detrás de la barra del ‘bar Gorli’ que regentaba, en la calle d’en Bordills de la localidad mallorquina de Porto Cristo.
Las primeras investigaciones de la Polica Nacional de Manacor apuntan a que conocía a sus asesinos, que le descerrajaron dos tiros a bocajarro, uno en el pecho y otro en el cuello, al parecer con una pistola de pequeño calibre.
UNA EXTRAÑA VISITA
Unos vecinos han dado cuenta de que vieron horas antes a la víctima, casado y padre de una hija, en compañía de unos individuos, con quienes tomó café en el interior del establecimiento, aunque no llegó a montar la terraza como solía hacer cada mañana.
Los asesinos se preocuparon de recoger los casquillos de bala antes de darse a la fuga, y no han dejado rastro alguno.
Nadie escuchó ni vio nada que pueda arrojar más luz sobre el caso.