Apenas hace un par de semanas un grupo de hombres buscó extorsionar a Marco Antonio Utrilla, propietario del bar Life en la Condesa. Le pidieron dinero a cambio de “protección” para él, su negocio y sus clientes, pero se negó. Ahora está muerto: la madrugada de este domingo lo ejecutaron cuando acababa de salir de su centro nocturno.

Sujetos a bordo de una camioneta negra le cerraron el paso al auto en el que viajaba por la calle Saltillo, y le dispararon para matarlo. Su novia, una joven cubana, quedó junto con él en el asiento del copiloto sin ser herida. Los responsables escaparon.

Desde mayo de 2013 las autoridades capitalinas no registraban un homicidio ligado a los bares de la Condesa. En aquél entonces fue ejecutado afuera del Bar Black, el narcomenudista Horacio Vite Ángel; el crimen desató como venganza el secuestro y homicidio de 13 jóvenes del after Heaven.

Los reportes de la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal establecen que Marco Antonio Utrilla llegó cerca de la media noche del sábado a su negocio.

A decir de personas cercanas a él, hace unas semanas un grupo de sujetos se presentó en el bar ofreciendo “protección”. Exigían una cuota a cambio de no dañar a nadie, pero el dueño del Life se negó.

El sábado, el empresario, de 45 años, y su novia, de 27, llegaron a su negocio en la calle Alfonso Reyes. Iban en un Mini Cooper blanco placas A97-ACU. Luego de estar casi dos horas, salieron de ahí.

Cuando iban sobre la calle Saltillo, la camioneta negra le cerró el paso y un hombre que iba en ella le disparó en la cabeza a Marco Antonio Utrilla y
lo asesinó.

Aunque la extorsión es la principal línea de investigación de su homicidio, las autoridades indagan otros negocios que tenía y sus relaciones personales.