Carlos Ramírez Acosta, quien pertenecía al círculo de amigos de las víctimas del Bar Heaven, fue secuestrado, torturado y asesinado. Era considerado uno de los mejores tatuadores del barrio de Tepito.
Este hombre de 33 años grabó dibujos en la piel de los jóvenes que fueron plagiados en mayo de 2013 del centro nocturno de la Zona Rosa, y posteriormente asesinados por presuntas rencillas entre narcomenudistas, según la versión oficial.
Funcionarios de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) revelaron a MILENIO que se investiga si existe un vínculo entre el asesinato de Carlos Ramírez y la relación personal que mantuvo con las víctimas y familiares de éstas.
De acuerdo con las investigaciones, el viernes pasado fue contactado con engaños vía telefónica para que hiciera un tatuaje cerca de Plaza Tepeyac, en la delegación Gustavo A. Madero.
Salió de su domicilio en la colonia Morelos hacia las inmediaciones del centro comercial, pero fue interceptado en el trayecto cuando iba en su motocicleta FZS por calles de la colonia Maza, en la delegación Cuauhtémoc.
La motocicleta color rojo, modelo 2014, sin placas de circulación, fue encontrada en la calle Aurora, entre Acero y Aluminio. Aunque fue abandonada en la vía pública y sin rastro de su conductor, elementos de la SSPDF no aplicaron el protocolo para estos casos y “contaminaron” la evidencia, pues la unidad fue trasladada al “corralón”.
Cuando el sábado pasado los familiares de Ramírez Acosta, quien tenía tatuado todo el cuerpo, interpusieron la denuncia por su desaparición en el Centro de Atención para Personas Extraviadas y Ausentes (CAPEA), el personal les entregó la dirección de 40 sitios para que ellos lo buscaran.
Tras insistir en que su caso recibiera atención, las autoridades accedieron a iniciar la averiguación previa DGAVD/APECAPE/T2/433/14-07.
El cadáver del tatuador fue hallado el lunes a 100 metros de la agencia del MP Venustiano Carranza 2, frente a la puerta del Deportivo Rafael Osuna, en la colonia Moctezuma Segunda Sección.
Su cuerpo estaba envuelto en dos bolsas negras, con las manos hacia atrás, amarradas con cinta canela al igual que los pies. Solo llevaba ropa interior y falleció por golpes en todo el cuerpo.