NORBERTO GAMARRA
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De seis disparos a quemarropa fue asesinado el reconocido abogado penalista Ernesto “Tito” González en una confitería del microcentro correntino. El homicida es un cliente al que defendía en causas por abuso sexual. Se trata de Walter Carlos Martínez, que tras el ataque se mató de un disparo en la cabeza. En la balacera resultó herido el abogado Claudio Dimitroff.
El luctuoso episodio que conmocionó a Corrientes ocurrió ayer a la mañana en el bar café “Martha de Bianchetti”, situado en la esquina de calles 9 de Julio y Mendoza.
Todo comenzó alrededor de las 7.15, cuando González ingresó al local para desayunar, como habitualmente lo hacía, antes de iniciar la jornada laboral y el recorrido judicial. Cruzó la puerta de entrada, saludó y se dirigió al sector donde con frecuencia se sentaba. A la pasada había solicitado un café. No alcanzó a acomodarse en el asiento y apoyar su portafolio en la mesa cuando fue sorprendido por un hombre que se encontraba desde temprano en el lugar y había pasado desapercibido. Era Martínez, quien extrajo una pistola 9 milímetros y abrió fuego. La víctima recibió los dos primeros impactos en la cara y alcanzó a darse vuelta para intentar huir, pero fue herido de otros cuatro disparos en el cuerpo. Cuando González cayó abatido, el homicida se quitó la vida.
Como consecuencia del ataque, dentro de la confitería en la que había más de 30 personas también resultó herido de un tiro en un glúteo otro abogado, identificado como Claudio Dimitroff, quien se hallaba en otra mesa. El letrado fue auxiliado y trasladado al Centro Médico, donde tras recibir las curaciones quedó internado en observación y fuera de peligro.
La Policía llegó al lugar y rápidamente la escena se llenó de funcionarios judiciales. Hasta el ministro de Seguridad, Pedro Braillard Poccard, ingresó al lugar y a la salida dialogó con los medios.
A poco de comenzar las tareas de peritaje arribaron los familiares del abogado González. Su esposa y el hijo de 16 años, aún desconfiados de la noticia que corrió por los medios periodísticos como regadero de pólvora, esperaban ansiosos en la puerta de la confitería, contenidos por policías.
Cuando alcanzaron a ver y comprobar que la versión del asesinato del letrado era cierta, estallaron en llanto. Fueron contenidos por amigos y familiares que se fueron acercando durante la mañana al bar.
Recién cerca de las 9.30 los cuerpos fueron retirados del local en la camioneta de la Morgue Judicial.
Ernesto González tenía 59 años, era oriundo de Santa Lucía y estaba casado; tenía cinco hijos.
Era el letrado más mediático de la provincia. Tuvo un gran protagonismo en la prensa cuando representó a la familia de Christian Schaerer, el joven estudiante secuestrado en la primavera 2003 y del que hasta ahora nada se sabe de su paradero.
También tuvo la defensa de Luis Raúl “Gusano” Menocchio, condenado a prisión perpetua por el crimen del cineasta Claudio Nozzi en 2005.
Su última gran intervención fue en la causa por el crimen de Tatiana Kolodziey, la radióloga que fue violada y asesinada en 2012 en Resistencia, Chaco, por el remisero Juan Cabeza, condenado a prisión perpetua.
También estaba al frente de la causa del trágico derrumbe de un edificio en construcción en el barrio Cambá Cuá, donde murieron ocho obreros; además de la megaestafa de la financiera Boston Continental.