A unas cuadras de la majestuosa y hermosa arquitectura de la Catedral y vecino del templo de Nuestra Señora de Aránzazu y San Francisco de Asis (mejor conocido como los dos templos), se encuentra lo que ahora es el restaurante La Alemana, ubicada en Miguel Blanco 871, que fue establecida por el Alemán Máximo Bohnstedt, quien también había fundado un hotel con el mismo nombre en 1895.

No fue hasta 1907 que María González Aguilera toma las riendas del establecimiento para continuar recibiendo a políticos, viajeros, artistas como Pedro Vargas, María Victoria, Sergio Corona y ciudadanos que elegían el lugar por su característico sabor en las milanesas, el mole, los tacos de sesos y las características tortas ahogadas, (convirtiéndose en el primer restaurante que incluyó ese alimento inventado por Luis Alatorre “El Güero”), y desde luego la cerveza de barril y las famosas “Chabelas”.

Todo aquello que lo caracterizaba poco a poco se fue quedando sin vida debido a la crisis y los cambios de gobierno, además de que ahora luce un poco opaco y sin vida, las mesas y sillones ya son viejos, el piano que tiene más de 60 años, (en el que todos los días a partir de las 16:00 horas tocan música popular y clásica.

Y como dicen, los años no han pasado de en balde, el actual dueño Manuel Núñez Esparza (nieto de María González), platicaba con voz tenue y en tono desilusionado, al mismo tiempo que descendíamos de las escaleras, sobre la situación que actualmente pasa el restaurante al recibir pocos clientes, pero no pierde la esperanza de que el lugar vuelva a ser concurrido y recobre vida, pues está pensando en ofrecer desayuno buffet en la planta alta del restaurante en aproximadamente un mes.

Este lugar tradicional de Guadalajara que ha estado de frente a las distintas épocas, abre sus puertas de lunes a domingo de 10:00 a 22:00 horas, en donde José de Jesús Manuel Vázquez Suárez que lleva 15 años laborando en el restaurante junto a Adolfo de los Santos que lleva 10 años, le ofrecerán servicio hasta su mesa brindándole los ricos platillos típicos del lugar.

Frase:

“Si algo me da orgullo es que los clientes que vienen ya son personas adultas que les tocó venir en los buenos años de La Alemana”.

Dice Manuel Núñez Esparza, propietario

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