Desde pequeño, en casa, desde que tiene uso de razón, Miguel Ángel Blanco ha montado un nacimiento. Primero con antiguas figuras de Olot y ahora con imágenes de 60 centímetros realizadas por artistas consagrados de la imaginería
«De niño, montaba el nacimiento el día de los Santos. Por la Inmaculada los volvía a cambiar. En Reyes introducía nuevas modificaciones y no lo quitaba hasta la Candelaria», explica Miguel Ángel Blanco, que se considera belenista desde que tiene uso de razón. Pero siempre le ha gustado el belén clásico. Hasta cuando era pequeño. No se lo tomaba como un juego y por tanto no introducía elementos extemporáneos o anacrónicos, como ocurría en las casas de algunos de sus compañeros de colegio. «Siempre he sido muy riguroso con la estética y la historia y a mí eso me parecía grotesco», asegura.
La afición fue a más ya de adulto. Su belén primitivo, de pequeñas figuras clásicas del taller de Olot, fue sustituido por «otro algo mejor». Pero cuando comenzó a desarrollar este arte en toda su plenitud fue hace 23 años, cuando abrió el Bar Puerta Oscura, en la calle Molina Lario. «Un belén más artístico que otra cosa, quizás menos popular», reconoce. Este año ha montado, con la ayuda de Rafael de las Peñas, un misterio con la presencia de los tres Reyes Magos. Son imágenes de 60 centímetros y de vestir. La Sagrada Familia obra del sevillano Darío Fernández y Sus Majestades son del malagueño Juan Vega, estreno de este año. «Son articuladas y me da la posibilidad de hacer algo diferente cada año».
Blanco también es el director artístico del nacimiento de la archicofradía de los Dolores de San Juan, de estilo napolitano, y que en los últimos años puede visitarse en el Museo Thyssen. Además, de 2011 a 2013, también junto a Rafael de las Peñas, fue el encargado del montaje del belén monumental de la Catedral, para el que utilizaban imágenes secundarias de las cofradías malagueñas, de tamaño natural. Sayones pasaban a ser pastores y apóstoles se convertían en Reyes Magos en estas espectaculares escenas en las que la participación de Blanco era decisiva.