¿Que es lo que la mayoría le pedimos a un bar restaurante? Pues que la comida esté buena, que tenga un precio razonable y que el local y el trato sean agradables. Pues bien, Ca la Mar en Valencia cumple todos esos requisitos sobradamente, y se podría decir que es un bar de tapas como querríamos que fueran todos.
Y es que es algo que nos comentaban sus dueños, que al ponerlo en marcha (apenas llevan un par de meses abierto, aunque se llena con facilidad) pensaron en todas las cosas que esperaban de un restaurante o echaban en falta en otros.
Así, tratan de mantener los precios a raya pero ofreciendo raciones de calidad, tiene wifi gratis, un local luminoso decorado con gusto y un toque marinero (el bar está en el barrio pesquero de El Cabanyal) pero sin resultar pretencioso.
También es destacable que sirven una rica cerveza como es la Turia Märzen (y de barril) y que los precios de los postres son más baratos de lo habitual, porque a los dueños les daba mucha rabia eso de que “te la claven” en los postres.
En cuanto a la carta, su tapas son bastante parecidas a lo que te puedes encontrar en cualquier bar de tapas valenciano, con sus clótxinas (mejillones), sus bravas, su totaina, su ajoarriero (aunque estos dos últimos son menos habituales)…
La diferencia la marca la elección de productos de temporada y de proximidad y que el cocinero se empeña en cocinarlo (casi) todo al momento, lo que deriva en un tiempo de servicio un poco más lento, pero que todo está más rico, especialmente las clótxinas, la totaina y el ajoarriero, en las bravas aún tiene margen de mejora, sin dejar de estar buenas.
En la parte de bocadillos (en Valencia es muy típico cenar de tapa y bocadillo), es donde encontramos el toque ligeremente creativo que aporta el chef (que curiosamente es alemán, pero le sale todo lo valenciano muy rico).
Así, pudimos disfrutar de una serie de tostadas variadas, como unas de solomillo de cerdo con mantequilla de roquefort (un sabor intenso y sorprendente), otras más clásicas de Almussafes (sobrasada, queso y cebolla caramelizada), unas que me encantaron de pechuga de pollo con pesto, y por último otra de jamón serrano con rúcula que no llegué a probar.
De postre escogimos todos un brownie de nueces y pasas con bola de helado que redondeo la noche, así como una ronda de cafés y unos digestivos. El precio total no os lo vais a creer: menos de 11 euros por comensal, y eso que algunos somos buenos bebedores de cerveza.
Desde luego, Ca la Mar no es un restaurante de grandes aspiraciones, ni en el vamos a sentir las emociones que a uno le evocan restaurantes como La Sucursal o El Vertical, pero tampoco lo pretende. Lo que pretende es ser un lugar agradable en el que comer bien con los amigos o la familia, sin andar preocupándose por el presupuesto, y eso lo consigue a la perfección. Ojalá todos los bares de tapas se le parecieran.
Por cierto, el nombre del local, para los que sintáis curiosidad y no seáis valenciano parlantes, es un juego de palabras que utiliza la forma tradicional de llamar a muchos restaurantes en valenciano (“Ca la” es algo así como “Casa de”, este sería Casa del Mar) para formar el nombre del popular cefalópodo.
Bar de tapas Ca La Mar
C/ Justo Villar 19
Valencia
Tel. 96 325 98 27
Precio por persona: 10-12 euros a la carta
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