Karen Solís

Trujillo

La más dura de las penas le caería a dos sicarios que fueron detenidos cuando fugaban a bordo de una motocicleta tras asesinar de seis balazos a un joven estibador en los exteriores de un bar en el mercado La Hermelinda.

Marcos Jonathan Guerrero Romero (19) y Keyser Jorge Rodríguez Flores (23) pasarán la mayor parte de sus vidas tras las rejas, ya que serán drásticamente sancionados con las nuevas disposiciones legales contra el sicariato, que estipula una pena privativa de libertad no menor de 25 años o hasta cadena perpetua.

Ellos confesaron, sin remordimientos, haber ejecutado el crimen a las 5:00 p.m. del domingo en complicidad con un sujeto conocido como “El Gringo”, quien se encargó de sacar a la víctima identificada como Benker Esteban Gariza Franco (18) del bar ubicado en la intersección de las avenidas 7 de Julio y Pucará, en el sector El Progreso, cerca del referido centro de abasto.

Relataron que Beker se encontraba libando licor en compañía de una comerciante de la zona y un sujeto. Luego, “El Gringo” lo sacó bajo engaños del local y ni bien la víctima pisó la calle lo acribillaron a tiros para luego darse a la fuga a bordo de una motocicleta. El joven estibador recibió seis disparos y murió cuando era llevado al Hospital Regional Docente de Trujillo.

Los hampones terminaron por confesar a la Policía que por cumplir el letal encargo iban a recibir 200 soles cada uno.

Ambos criminales fueron detenidos cuando escapaban a toda velocidad a bordo de la motocicleta de placa de rodaje MB-2499. Un agente policial logró alcanzarlos entre las calles 12 de Noviembre y Húsares de Junín, en el distrito de Florencia de Mora. Rodríguez Flores llevaba oculto entre sus partes íntimas la pistola marca Glock color negro calibre 3.80, abastecida con cuatro cartuchos, con la que ejecutó el asesinato.

CLAVES

El jefe de la Región Policial de La Libertad, general PNP César Gentille Vargas, informó que las pruebas de homologación practicadas al arma incautada resultaron positivas. Además resaltó que éste sería el primer caso en La Libertad que se juzgaría con la nueva norma contra el sicariato.

La víctima era natural de la provincia de Tocache (San Martín) y hasta el cierre de esta edición sus familiares no llegaban a retirar el cadáver de la morgue. La Policía sospecha que haya sido por un ajuste de cuentas.