Inspectores de Control Urbano municipal clausuraron este fin de semana un local nocturno del barrio El Peligro que funcionaba en un centro de salud que estaba usurpado, informaron fuentes de la Municipalidad de La Plata.

El local en cuestión estaba ubicado en ruta 2, a la altura del kilómetro 44.

Fuentes de la dependencia de contralor municipal indicaron que “se trata de un Centro de Salud usurpado. En repetidas oportunidades los lugareños reclamaron la construcción de un Centro de Salud Municipal en ese predio, que fue construido para tal fin pero antes de finalizar la obra fue usurpado, instalando un local comercial como casa de comidas y bar.

A ese lugar arribó, este fin de semana, personal de inspecciones de Control Urbano encabezados por el titular del área, Gustavo Luzardo, “encontrando su funcionamiento a pleno y gran cantidad de bebidas alcohólicas, obviamente sin ningún tipo de habilitación, sin contar con el registro en REBA ni informe de factibilidad de bomberos”, informaron fuentes del área comunal que funciona en 20 y 50.

El operativo de clausura que se llevó a cabo este fin de semana, fue realizado en conjunto entre Control Urbano y la Secretaría de Seguridad y Oficina de Nocturnidad Municipales, y con el apoyo de la policía de la jurisdicción. El mismo tuvo como resultado la clausura del local y decomiso de las bebidas alcohólicas. Las actuaciones quedaron a cargo del juzgado de faltas interviniente.

ALCOHOLEMIA

Por otra parte, continúan los operativos de alcoholemia en la Ciudad.

En los últimos fines de semana, “numerosos jóvenes que conducían vehículos tuvieron que ser retirados por sus padres ante la detención de los vehículos en los que circulaban”, dijeron fuentes de Control Urbano municipal.

Bajo el lema “Tomá conciencia, no alcohol”, se llevan a cabo los operativos “con el objetivo de generar conciencia y disminuir los índices de siniestralidad automovilística derivados del consumo de alcohol en conductores”, explicaron.

Los operativos cubren puntos fijos permanentes y otros puntos rotativos sorpresivos en donde se concentra la mayor actividad de bares y boliches. Como resultado, hubo varios casos de alcoholemia positiva en jóvenes de 17 años con licencia de conducir, cuyos padres tuvieron que dirigirse al lugar del control para retirar los vehículos.