- Las obras de demolición durarán alrededor de un mes y no afectarán a los elementos protegidos del inmueble
El edificio en ruinas que albergó en su día el Bar Mediterráneo, en el extremo de la calle del Marqués de Campo que mira al puerto, empezó ayer a tener los días contados al arrancar los trabajos de demolición. Un derribo, eso sí, parcial, ya que el inmueble está catalogado y deberán conservarse todos aquellos elementos que están protegidos.
Durante el día de ayer se llevaron a cabo por varios operarios los trabajos previos. El proyecto se ha desbloqueado después de que, semanas atrás, tuviera que precintarse su perímetro por la caída de cascotes. Tras el cercado del inmueble, comenzó el montaje del andamiaje necesario para desarrollar la actuación. La demolición se llevará a cabo de forma manual y está previsto que se prolongue, aproximadamente, por espacio de un mes. No obstante, las fiestas falleras obligarán con toda seguridad a suspender temporalmente los trabajos, que se reanudarían una vez concluidos los festejos de Sant Josep.
Los propietarios del histórico edificio tienen la intención de reconvertir el inmueble en un hotel una vez remodelado.