Para ser un buen anfitrión, es necesario saber qué ofrecer a los invitados. No todos tienen los mismos gustos ni consumen en las mismas cantidades.

El bar es el lugar de la casa en el que se encuentran todos los suministros para ofrecer de la forma adecuada licores y cocteles.  “Personalmente creo que lo importante es que el anfitrión tenga productos de calidad y conozca las principales características de como servirlos o mezclarlos, para así disfrutar de una gran experiencia”, comenta Alejandra Pombo, representante del whisky de malta Glenfiddich.

Además de las cocteleras, vasos, copas y todos los utensilios necesarios, se recomienda centrarse en la materia prima, idealmente una selección de 5 o 7 licores y un par de complementos para preparar cócteles como Cointreau, Martini Extra Dry, Martini Rosso, Curacao Azul, Amaretto y licor de café.

Pombo sugiere algunos de los licores que no pueden faltar (precio 2015), si se quiere ofrecer a los invitados una velada de calidad:

Mínimo dos categorías de whiskies, el

Blended Scotch Whisky

(Whisky de mezcla escocés) y un

Single Malt

(Whisky de malta), que dependiendo de los años puede costar entre $80.000 y $200.000.

También una botella de ginebra especial que puede ascender a $140.000, una botella de vodka destilado en Islandia ($80.000), un tequila reposado ($90.000), un ron especiado de $61.000 y un infaltable vino tinto como el Merlot, Cabernet Sauvignon o Pinot Noir o vino blanco como  el Sauvignon Blanc o el Chardonnay ($60.000).