“Costó convencerla pero acá está y será un quiebre en su carrera profesional”, así presentó Jorge Rial a Pamela David, la figura a la que América apostó para conducir los debates de la octava edición de Gran Hermano que tendrá su primera gala hoy, a las 21, en ese canal.
Pamela lleva un recorrido en América, allí apareció por primera vez en pantalla como participante de El Bar, un reality donde 12 personas entraban a convivir en una casa y trabajan en un bar. Cocondujo Fuera de foco junto a Martín Ciccioli y Pablo Granados; fue panelista de Animales Sueltos y, desde 2011, es la encargada de arrancar la programación de ese canal con Desayuno Americano. En el medio hizo teatro, cine, se casó con Bruno Labaque, un basquetbolista con quien tuvo su primer hijo, se divorció y en 2011 se enamoró del empresario Daniel Vila y tuvo a su segundo hijo. Asegura que la decisión de aceptar ese nuevo desafío fue charlada en familia. “La propuesta me la hicieron la noche anterior al casamiento de Jony Viale, ese día decidimos con Daniel escaparnos a Punta del Este para pensarlo bien”, recordó David a Personajes.tv en pleno lanzamiento del reality y agregó: “El año pasado lo acompañé a Cannes donde se venden estos formatos, ahí se dio el ok para hacer Gran Hermano por América en 2015 y desde entonces soñé, no con conducir el debate que nunca se me cruzó por la cabeza, sino con el primer día que empiece y devorármelo”.
-¿Viste algún Gran Hermano?
– Vi uno, el que ganó Marianela Mirra. Nunca antes había podido verlo, siempre estaba con mucho trabajo, pero para este estaba embarazada de Felipe y en reposo así que lo vi todo. Me encantó.
-Vos saliste de un reality, ¿qué creés que vas a aportar desde esa experiencia?
– Creo que me suma, es un plus. Si bien mi tarea va a ser repartir el juego y escuchar las voces de los panelistas sobre las visiones que ellos tengan de los participantes, mi experiencia de haber vivido el encierro, extrañar, las angustias y las alegrías va a aportar.
-¿Pensaste cómo vas a encarar los debates?
–Gran hermano hay que sentirlo, sino no sirve. Sí, tengo una idea, pero también hay que esperar a que arranque el debate a ver cómo se plantea.
–Hay otros realities este año, ¿cómo crees que va a ser esa competencia?
-América tiene su público y este año se va a sumar la audiencia de Gran Hermano que hasta ahora no la tenía.
-¿Cómo organizaste la familia con este nuevo trabajo?
-Con mucha culpa, como todo lo que hago. La mañana es lo que más acomodado tengo, dejo a Felipe en el colegio y de ahí me voy al canal y 12.15 estoy en casa. Esto ya me lleva más tiempo, mirar y estar al tanto de qué es lo que pasa y tiempo de mi casa. Nosotros comemos temprano mirando Zapping y ahora va a ser difícil.
-¿Qué te dijo tu hijo?
-Felipe quería que me meta en la casa y me decía: “Mamá por qué no te metés en la casa de Gran Hermano”. Ahí yo ya tenía la propuesta y no lo había hablado con nadie. Le pregunté si se bancaría que mamá se vaya 4 meses y me dijo “bueno, pero yo te voy a mirar a vos”. (Risas). A Felipe lo entretiene, pero igual me da culpa porque es el horario del baño, controlo los deberes y comemos.
-¿Y Daniel?
-Daniel me apoya, me dice que para mí va a ser un crecimiento, que lo enorgulleció que Martin Kweller me lo haya propuesto. Él siempre confió más en mí que yo misma y hoy está feliz. Lo mastiqué mucho antes de decir que sí..
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