La Procuraduría General de Justicia del Estado de Sinaloa (PGJESIN), confirmó que se localizó el cuerpo del periodista Jesús Antonio Gamboa Urías, director de la revista política Nueva Prensa, el cual presentó tres impactos de bala en la cabeza. Fue confundido con un “narcomenudista“.

El procurador del estado, Marco Antonio Higuera Gómez, precisó en conferencia de prensa que el móvil del asesinato no tiene que ver con la profesión periodística que ejercía. Se encuentran detenidos como presuntos responsables Viridiana Valenzuela Castro y Daniel Gilberto Niebla Barrera.

La noche del 10 de octubre, “Tony Gamboa“, como se le conocía en el gremio periodístico, estuvo en el Bar Paralelo donde una mujer de nombre Viridiana Valenzuela Castro, del Ejido Águila Azteca, escuchó una plática que no le gustó y le llamó a una persona para que lo sacara del bar.

A las 2:00 horas del 11 de octubre, el periodista abandonó el lugar y fue seguido por varias personas que lo privaron de la vida y enterraron su cuerpo en un canal de riego seco en las inmediaciones del ejido Aguila Azteca, de Ahome, Sinaloa.

Dijo el fiscal que el esclarecimiento del asesinato del periodista derivó de la detención de unos “narcomenudistas”, que confesaron haberlo confundido y señalaron donde habían arrojado el cuerpo y tapado con unas ramas.

Hay otros responsables del delito y de la sustracción de una tarjeta de débito que fue utilizada después del crimen, cuyos nombres no se pueden revelar porque forman parte de la investigación, dijo el procurador.

La necropsia del cuerpo del periodista localizado en un canal de riego parcelario presentó tres lesiones, una en la cabeza y dos a un costado lateral izquierdo, producidas por arma de fuego que le provocó traumatismo craneoencefálico.

La Procuraduría aseguró dos ojivas calibre .22 que le fueron extraídas durante la necropsia, así como una computadora Gateway que portaba en el vehículo el periodista, pero que se encontraba en poder de Viridiana Valenzuela Castro.

La fiscalía ejercerá acción penal por el delito de homicidio agravado por haberse cometido con ventaja y tiene una penalidad de 22 a 50 años de prisión, al igual que ejercerá acción penal en contra de otras personas relacionadas con el uso y disposición que hicieron de una tarjeta de débito de la víctima. La investigación sigue abierta, informó Higuera Gómez.

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