«Entraron por el patio de atrás y se tomaron todo el tiempo del mundo antes de destrozar medio bar», relataba ayer la propietaria del singular robo registrado durante la madrugada en su establecimiento de Rueda, en cuya cocina cenaron «tranquilamente» los cuatro asaltantes antes de comenzar a reventar las máquinas y de hacer acopio de botellas de licor, embutidos y calderilla. Dos de ellos fueron detenidos cuando intentaban sacar el botín y otros dos consiguieron huir con algunas bebidas y unas monedas,
Y si llamativa fue la tranquilidad con la que actuaron los ladrones más aún fue su arresto, ya que a a uno de ellos se le cayó una de las botellas cuando se disponían a sacar el botín por la parte posterior y el ruido llamó la atención de los agentes que patrullaban precisamente por delante de la puerta principal del local, ubicado en el número 3 de la calle Real. Los guardias consiguieron capturar a uno de los sospechosos en el exterior y detuvieron al otro cuando se encontraban en el interior. Sus dos compinches se fugaron.
Los hechos minutos después de las dos de la mañana, cuando los asaltantes doblaron los barrotes de las ventanas de acceso al patio y a la cocina del bar Trascampanas. Después «se prepararon la cena y se tomaron unos embutidos, queso y whisky» antes de pasar a la zona de barra y destrozar la tragaperras, la máquina de tabaco y la caja registradora. Pero no se limitaron a coger la recaudación y los cambios sino que metieron en bolsas un sinfín de botellas de licor y embutidos ibéricos.
Dos de ellos, los que huyeron, ya habían salido por los estrechos huecos de las verjas cuando sus compañeros fueron capturados por los agentes con el grueso del botín a las 2:45 horas. Uno de los arrestados en vecino del municipio y el otro reside en Olmedo. «Hemos recuperado casi todo, pero han causado muchísimo daños», lamenta la hostelera.