-De la Premier League a una pizzería en Lomas. ¿Cómo surgió la idea?

-Fue todo muy loco, je. El dueño de la firma es amigo mío. Y una vez estábamos en su local de Lanús Este y salió el tema. Al principio me parecía una locura, pero después lo hablé con mi entorno, elegí el lugar, saqué algunas ideas de Internet y me la jugué. Es un Pizza Hot en Las Lomitas, en Italia al 500. Es medio jodido manejar todo desde acá, pero tengo a mi hermano y a un amigo que me dan una mano. Es un sueño hecho realidad. Yo digo siempre que es un club de amigos, algo así como un bar temático en el que se mezclan mis dos pasiones: el fútbol y el rock. Vamos a colocar muñecos de Charly, Messi, Diego, Marley y Jagger. Y queremos llevar bandas a tocar en vivo.

-¿Y lo atendés vos?

-Sí, me encanta. El día que abrimos estaba en Inglaterra y lo tuve que seguir por Skype. Pero cuando voy a la Argentina me gusta atender a mí. Voy por las mesas, pregunto si precisan algo, y si hay que colaborar en la cocina, me prendo.

-¿Cuesta más manejar el bar o un equipo?

-¡El bar, sin dudas, je! Porque los fines de semana tenés tres horas en las que atendés a 200 personas, es palo y palo. Al fútbol se juega una hora y media somos 11 contra 11.

-¿Qué te dicen los hinchas que van al bar?

-Muchos no saben que soy el dueño, aunque igual tengo buena onda con hinchas de todos los clubes. El otro día se me acercó una chica y me dijo: “Me caías re mal, pero ahora te banco”. Y me mostró que tenía un tatuaje de Banfield. Y los de Lanús me piden que vuelva. Lo que uno quiere es que todos se diviertan y pasen un buen momento.

-¿Fue algún conocido?

-Fueron muchachos de Huracán, fue Gaby Mercado, el Laucha Acosta, algunos periodistas amigos y los chicos de Salta la Banca, que es mi banda favorita. La otra vez fue el cantante y tocó unos temas. Tengo una escalera en el local con la frase “El sueño sólo entiende de pasión”, que es de una canción de ellos. Ese es mi estilo de vida.

-¿Y tus cumpas del West Bromwich qué onda?

-Y, acá es todo muy distinto. Cada uno hace la suya, aunque me preguntan seguido cómo me está yendo. Además comparto plantel con Claudio Yacob, el portugués Silvestre Varela y el costarricense Cristian Gamboa. Hablo mucho con ellos y se preocupan.

-¿Te adaptaste bien?

-Sí, hay partidos en los que soy titular y en otros voy al banco, pero estoy conforme. Y la vida es tranquila. Manejo bastante bien el inglés y vivo con mi novia a 15’ del estadio y a 15’ del campo de entrenamiento. Igual, para las Fiestas va a venir mi familia porque soy de extrañar bastante.

-¿Y seguís los partidos del fútbol argentino?

-Sí, si bien a veces se me complica un poco por el horario, trato de mirar todo. Me gusta cómo está el torneo, eh. Al no haber descensos se está viendo un fútbol mas ofensivo. River viene bien, Independiente tiene lo suyo y el Grana siempre da pelea.

-¿Pensás en volver?

-Estuvo la posibilidad de quedarme en Lanús cuando me volví del Metalist, pero al final no se dio. Hoy pienso más en disfrutar de este presente, aunque sé que tarde o temprano voy a regresar. Tengo 26 años, no quiero apurarme.

-Volviste de Ucrania en plena guerra. ¿En qué condiciones te fuiste?

-Mal. Fue una situación extraña porque no es común que un país afronte semejante conflicto y se siga jugando el campeonato. Reglamentariamente tenía la oportunidad de quedarme libre, aunque preferí darle al club la chance de que me vendiera así no perdía tanto dinero. Pero los dirigentes se movían más por el orgullo que por otra cosa, y rechazaban todas las ofertas que llegaban para que quedáramos colgados. Al final llegó la oferta de Inglaterra y me compraron el pase. Si no, hoy estaría jugando en Lanús.

-En 2010 fuiste preseleccionado por Maradona para el Mundial de Sudáfrica. ¿Tenés la esperanza de regresar a la Selección?

-Hoy lo veo como un sueño lejano. Ojalá que me equivoque, pero soy realista y por eso me he puesto objetivos a corto plazo.

-¿Viste el amistoso de ayer con Hong Kong?

-Sí. El rival no era de jerarquía, pero sirvió para que muchos jugadores se mostraran, como Marchesín. Hay cada monstruo ahí…