- La concejala de Disciplina Urbanística espera que “en el plazo aproximado de un mes” la mercantil obtenga la licencia de obra mayor para derribar aquellas partes del histórico inmueble ubicado al final de la calle Campo que no están protegidas
- El Ayuntamiento acelera el proceso con el fin de evitar nuevas situaciones de riesgo para los peatones por el desprendimiento de cascotes
Ha costado más de lo que en un principio estaba previsto, pero ya parece inminente: el Ayuntamiento de Dénia ultima los trámites urbanísticos y administrativos necesarios para que el antiguo Bar Mediterráneo se convierta en un hotel de primera línea en las proximidades del puerto y potencie de esta manera el tejido hotelero del casco urbano de la ciudad. Así lo anunció ayer la edil de Disciplina Urbanística, la popular María Mut, quien aseguró que sólo falta la firma del informe jurídico para que la empresa obtenga la licencia de obra mayor que le permitiría en primer lugar derribar aquellas partes del histórico Mediterráneo que no se encuentran protegidas. Las que sí lo están deberán integrarse en el futuro establecimiento hotelero, que se ejecutará a continuación. Las obras, según Mut, podrían comenzar en el “plazo aproximado” de un mes “ya que “la mercantil nos ha comunicado que quiere empezar en cuanto obtenga todos los permisos”.
El edificio fue construido en 1930, en la época de ampliación de las calle Marqués de Campo; a partir de la década de los cincuenta albergó el Bar Mediterráneo, erigido en escenario de tertulias que marcaron la vida pública de Dénia hasta su cierre en la década de los ochenta. A partir de entonces y después de algunas otras aventuras hosteleras que no acabaron de fraguar, el edificio fue languideciendo y en la actualidad sus propietarios han dejado que vaya degradándose hasta el punto de que los cascotes han supuesto un peligro para los viandantes.
De ahí que ya no sólo sea la empresa la que tenga prisa obtener luz verde para iniciar las obras del hotel sino también el propio Ayuntamiento. En este sentido, la edil de Disciplina Urbanística matizó que “aunque se han tomado todas las medidas de seguridad para evitar nuevos desprendimientos, queremos que las obras empiecen antes de que vengan nuevas episodios de viento y lluvia y vuelva a haber riesgo en la zona”. De hecho, y tal y como publicara este diario, ya en octubre el Ayuntamiento anunció que la mercantil había presentado un proyecto urbanístico ajustado a la legalidad -antes presentó otro que adolecía de deficiencias- y confiaba en que las obras pudieran comenzar antes de finalizar el año. Sin embargo, los trámites se han complicado.
Eso sí, antes de que comience a actuar la piqueta habrá que delimitar con rigor qué partes del actual inmueble pueden derribarse y cuales no. Entre las primeras se encuentra tanto la parte interior del edificio como la gran estructura de hormigón que en su día albergó la terraza del Mediterráneo y que ahora es la que más riesgo tiene de caer sobre los peatones de la zona. En cambio, tanto la fachada lateral que da a la calle Marqués de Campo como la famosa parte superior con evocaciones de carácter medieval deberán conservarse, a pesar de la pérdida de azulejos sufrida en los últimos años por el proceso de degradación de la finca.
El futuro hotel, ubicado en una privilegiada situación urbana frente al Moll del Martell y al final de la calle Campo, contará también con cafetería. Ya con anterioridad, han surgido otros hoteles en primera línea del casco urbano como El Raset o la Posada del Mar, lo que ha cambiado la geografía urbana y las características económicas de esta parte de la fachada marítima de Dénia.
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