(Caracas, 24 de marzo. Noticias24).-A continuación descubrirás por qué no te atienden de primero, muchas veces pensarás que los cantineros tienen algún problema pero, piensa de nuevo, tal vez eres tú el que los espantas por no tener plata, mal aliento o estar acompañado por tu pareja. Alguno de estos motivos puede interponerse entre tu y tú trago.
Tienes mal aliento
Si estás en una barra, seguramente ya pediste un trago, y el cantinero captó que no eres una persona para tener cerca. La traumática experiencia de percibir tu mal aliento te dejó en posición de disputa entre los que atienden la barra para no tomar tu pedido. Debes cargar siempre una pastilla de menta, y reservar cuanto antes un turno con tu odontólogo de confianza.
Estás acompañado
Evita ir acompañado de tu pareja a la barra, ya que, es un lugar de encuentro y coqueteo, no es zona amigable para las parejas: a la barra se va a conquistar o a cruzar miradas con la gente. Risas, revoleo de ojos y una voz dulce forman parte del combo perfecto para conseguir al instante tu bebida. Entonces, si quieres llamar la atención del cantinero, de ninguna manera acudas a la barra con tu pareja.
No tienes el dinero en la mano
El dinero hace al mundo andar, y un bar no se monta pensando en brindarte diversión, sino que sus dueños buscan obtener ganancias. Quien atiende quiere hacer su trabajo lo más rápido posible. Quiere que, al momento de tomar tu pedido, ya sepas qué vas a tomar y tengas el dinero en la mano. No hay tiempo para indecisos ni chicas que tienen que buscar en el fondo de sus carteras la billetera para pagar la consumición.
Eres bajito
Advertencia: ser bajo no es un defecto, sino una circunstancia que puede dejarte en desventaja a la hora de buscar tu trago. Y no es cuestión de que tu estatura no alcanza la altura de la barra, sino de la competencia. Por supuesto, a la hora de embarcarte en la tarea de conseguir lo más rápido posible de una bebida, la barra se torna en un ring de presencias. Si eres bajo, lamentablemente, no escaparás nunca a quedar en segundo, tercer o cuarto lugar entre tus competidores altos.
Estás borracho
Nadie quiere lidiar con un borracho, mucho menos cuando se trata de su hora de trabajo. Es probable que el cantinero no quiera continuar vendiéndote alcohol por orden de su jefe y así evitar un posible escándalo. Por más que insistas con el dinero en tu mano y prometas grandiosas propinas, eres una carga para quien debe atenderte. Mejor utiliza ese dinero que te ahorraste para tomar un taxi e irte a casa.
Eres grosero
Finalmente, y quizás la principal causa de tu demorada bebida. La amabilidad no es un don, es una obligación que debería ensayar el ser humano todo el tiempo, incluso en el marco de un bar, con gritos y música de fondo. Por favor y gracias es la combinación justa y necesaria para no ganarte el odio del encargado de la barra, siempre y cuando tu tono sea dulce y no irónico o soberbio. Un buen inicio en ese breve vínculo entre consumidor y cantinero acelerará notoriamente los procesos.
Ya conoces cuales son los errores al momento de acercarte a la barra de un local, ahora compártelo con tus amigos para que ninguno quede por fuera cuando vayan por su trago y pasen una noche sin traspiés. Con información de Ehowenespañol.