Zaragoza.- Agentes de la Policía Nacional en Calatayud han detenido a un hombre de 37 años por apuntar a otro con una pistola detonadora mientras decía: “Me lo voy a cargar”. Los hechos ocurrieron dentro de un bar de la capital bilbilitana. La pistola, que recrea con gran exactitud un arma real, estaba cargada con seis cartuchos.
Según informa la Policía Nacional, la dotación del 091 observó a dos hombres que forcejeaban. Uno de ellos sujetaba un arma mientras el otro se la pretendía arrebatar de las manos. En cuestión de segundos, los agentes se hicieron con el arma y pudieron comprobar que, a pesar del gran realismo de la misma, tan solo se trataba de un arma detonadora.
Uno de los testigos de los hechos, cliente del local, manifestó a los agentes que había observado que un hombre, desde una esquina de la barra, se dirigía hacia la otra zona del local apuntando con una pistola y diciendo “me lo voy a cargar”; no se lo pensó dos veces y le quitó el arma en un descuido, momento en que llegó la Policía.
Tras las comprobaciones oportunas, y después de contrastar la información facilitada por los testigos, se detuvo al propietario del arma que había amenazado al otro cliente.
El arrestado fue puesto a disposición judicial, donde quedó en libertad con cargos pendiente de su presentación a juicio.
La Policía Nacional ha informado en un comunicado que las armas detonadoras son aquéllas creadas para disparar munición de fogueo, réplicas idénticas a las verdaderas, que resultan inútiles con munición convencional.
Están fabricadas con materiales poco resistentes como plástico o aleaciones, sin recámaras apropiadas, sin estrías ni cañones apropiados. Su funcionamiento es por medio de mecanismos diferentes a las armas de fuego, simulando sus movimientos, con el mismo realismo en la acción y efectos visuales y sonoros, pero no podrán nunca ser disparadas con munición auténtica.
Desde la Policía Nacional se recuerda que la tenencia de estas armas, pertenecientes a la 7ª categoría del Reglamento de Armas, solo se admiten en el propio domicilio como objeto de adorno o coleccionismo, y queda prohibido usarlas, portarlas o exhibirlas fuera del mismo.
Dentro de las actuaciones para el mantenimiento de la seguridad ciudadana, los agentes de la autoridad podrán realizar, en todo caso, las comprobaciones necesarias para impedir que en las vías, lugares y establecimientos públicos se porten o utilicen ilegalmente armas, procediendo a su ocupación.