Un grupo de jóvenes con parálisis cerebral de Toledo fue obligado por el personal de un pub de Almuñécar (Granada) a abandonar el local, porque el pinchadiscos que iba a actuar se negaba a comenzar el espectáculo musical hasta que no salieran de la sala, según ha denunciado la asociación Apace.
La Asociación de Ayuda a la Parálisis Cerebral (Apace) de Toledo publica esta denuncia en su página web, en la que precisa que el incidente tuvo lugar el pasado sábado, 26 de julio, cuando el grupo de jóvenes estaba en el pub Soho Lounge de Almuñécar.
Según la asociación, el personal del local los obligó a salir del establecimiento, “porque el pinchadiscos que actuaría a continuación, Emilio González DJ, se negaba a comenzar su espectáculo musical hasta que ellos no salieran de la sala”.
Fuentes de Apace-Toledo han explicado a Efe que el caso ha sido puesto en conocimiento de la Confederación Aspace (que agrupa a las 73 entidades de atención a la parálisis cerebral de España) y al Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi), para que inicien las acciones que consideren oportunas.
En un comunicado, el pinchadiscos asegura que “el único argumento que esgrimió” cuando los monitores de este grupo le preguntaron por qué no iniciaba su actuación fue que estaba a la espera de que se cerraran las puertas y ventanas del local para insonorizarlo y cumplir así con la normativa de ruidos.
Niega que solicitara “en ningún momento” que estas personas abandonasen el local cuando iba a iniciar su actuación, asegura que ya ha actuado en “numerosas ocasiones” ante grupos con discapacidad en el mismo lugar y que ha recibido agradecimientos de monitores por el trato y condena “todo tipo de actitud discriminatoria hacia personas de cualquier condición”.
Él mismo, dice, posee de nacimiento una incapacidad física del 59% en una de sus extremidades superiores, por lo que conoce “perfectamente lo que supone sentirse excluido socialmente por sufrir una discapacidad”, motivo por el que dice rechazar “cualquier acto de discriminación hacia nadie”.
Entiende que la denuncia de Aspace hacia él ha podido deberse a “algún tipo de malentendido“, invita a sus responsables a informarse sobre si algún otro colectivo con discapacidad que ha acudido con anterioridad a alguna de sus fiestas ha dejado de ser atendido y se reserva la opción de adoptar las acciones legales que considere oportunas para reparar “el menoscabo en el honor y la reputación” que ha sufrido ante una acusación que considera “difamatoria”.
El grupo, que estaba de vacaciones en Almuñécar, estaba formado por 27 jóvenes con parálisis cerebral y discapacidades afines (de los que seis se trasladan en silla de ruedas), que iban acompañados de ocho profesionales de apoyo sin discapacidad.
El sábado por la noche, los jóvenes salieron a divertirse al centro la ciudad y a las 23:00 horas una de las personas encargadas de las relaciones públicas de Soho Lounge, “invitó amablemente al grupo a entrar al local y a disfrutar de su ambiente y su música”, detalla Apace-Toledo en su web.
La invitación fue aceptada “y los jóvenes pasaron dos horas en el local bailando, hablando, riendo y tomando copas y refrescos, como cualquier cliente”, hasta que ocurrió el incidente, según indica la asociación toledana.
La razón alegada por Soho Lounge, con quien Efe ha intentado ponerse en contacto sin éxito, consistió en explicar que la sala se iba a llenar y que se trataba de una fiesta con invitados.
Aspace ha considerado que si el problema era de aforo, afectaría a los clientes que aún no habían accedido al local y no a los que ya estaban en él y han negado que se tratase de una fiesta privada ya que el personal de relaciones públicas seguía captando clientes en la puerta tras la expulsión de los usuarios.
El gerente de Aspace Toledo, Francisco Javier Jiménez, se ha preguntado con ironía si al pinchadiscos no le gustaba la forma “descoordinada” de bailar de los usuarios de la organización en silla de ruedas y ha lamentado que se les considere menos rentables a pesar de estar consumiendo como cualquier otro cliente.