El dueño del mítico Bar Liguria, Marcelo Cicali, critica la ordenanza municipal de Providencia que ordena el cierre de los locales nocturnos a las dos de la mañana, señalando que su lealtad con la alcaldesa Josefa Errázuriz, por quien votó para que fuera la autoridad comunal desplazando a Cristián Labbé, está en “decirle que se equivoca”.
Cicali sale al paso de la determinación adoptada por el municipio y levanta la voz por primera vez en una entrevista en La Tercera, afirmando que “he estado en todos los procesos de la comuna desde el año 1990. Nosotros no somos los que estamos de paso por Providencia. Que se hagan cabildos me parece perfecto, siempre que me inviten. A mí nadie me invitó. Nos han tratado con mucho desdén”.
A su juicio, explica que la ordenanza “nos ha puesto como enemigos de todos. Es una cosa que nunca había sentido: ser enemigo de alguien. Nos han tratado como si nosotros fuéramos provocadores de una situación bien etérea, de estas bandas de miles de personas que salen de los bares a ensuciar la comuna. No he visto eso, no lo sé. Es como el Plan Z. ¿Dónde están esos cubanos? ¿Dónde están esas miles de personas? No las veo. Sólo veo que los restoranes son puntos de encuentro, emoción, donde prevalece el patrimonio de la comuna”.
En ese mismo sentido, señala que a las dos de la mañana se puede ver un “Estado policial en Bellavista y Providencia. Es el Estado policial que no se ve cuando roban autos en mi barrio, en la Plaza Uruguay, o en Pedro de Valdivia Norte. No lo veo. No veo esa capacidad de respuesta frente a la delincuencia en Providencia”.
Además, Cicali cree que a los comerciantes y bolicheros han sido maltratados al ser llamados “locatarios”, precisando que “llevó 25 años de mi vida acá y me dicen ‘locatario’. No me parece. No creo que el alcalde de Lima llame ‘locatario’ a Gastón Acurio. Es un desprecio a nuestra actividad y no lo entiendo. Trátame con cariño, trátame con amor. Esta comuna tiene microbarrios, donde conviven el comercio, los vecinos y quienes trabajan aquí. Tampoco entiendo que haya quedado fuera de la ordenanza el Hotel Sheraton, que puedas ir a un matrimonio y tomar hasta las cinco de la mañana. Me da mucha pena, porque la relación con las autoridades se ha ido fatigando”.
En cuanto a la Errázuriz, menciona que “es la alcaldesa por la que voté, a la que conozco, quiero y admiro. Pero creo que la lealtad significa decir cuándo las convicciones están erradas. Por convicción, tengo que hacerle ver que está equivocada. Ahí está mi lealtad: no encontrarle todo bueno”.
“Cuando nació la candidatura de la Josefa, mi querida ‘Pepa’, era como un poder nuevo, ciudadano, vecinal. No íbamos a ver blancos y negros, como en la época de (Cristián) Labbé. Queríamos una Providencia en colores y una de las promesas de la alcaldesa era una comuna inclusiva, que no fuera una dictadura. ¿Y qué señales nos está dando? El Estado castiga a quien maneja y consume alcohol y está muy bien que lo haga, pero sólo me dice ‘bájate del auto’. Ahora la municipalidad me quiere decir ‘ándate para la casa’”, precisa.
Cicali sostiene que la alcaldía está equivocada con la ordenanza, instando a que se tiene que conversar la situación y “creo que el camino correcto es el que ha tomado Carolina Tohá, con su consulta ciudadana. Creo que se está operando mal, se están tocando mal las teclas, que están escuchando los consejos equivocados”.
Explica que “se han dejado llevar por la juventud, los nuevos funcionarios de la municipalidad. La política no se hace el domingo en la casa de los papás, se hace en la calle, conversando. No quiero creer que Revolución Democrática se ha transformado en el ISIS (Estado Islámico). Tal cual. Está bien que el Estado me prohíba, pero esto de estar previniendo así… Podemos prevenir el aborto prohibiendo las relaciones sexuales, po. Yo creo en la libertad, en los compromisos y en las conversaciones. En esto creo (golpea la mesa), en tender puentes”.