Era una neblinosa tarde de enero y en un recóndito lugar de Transilvania había un bar lleno de vampiros.
Se acerca un vampiro al mostrador del bar y pide un vaso de sangre.
“¡Magnífica!”, exclama gozoso.
A continuación llega el mismísimo Conde Drácula. Se acerca a la barra:
“Camarero, por favor, sírvame una botella de sangre de 1914 que fue una cosecha excelente”.
Le descorchan la botella y le sirven un poquito, “Pruebe, excelencia, ¿la encuentra de su agrado?”.
“Exquisita, muchísimas gracias”.
Transcurre un ratito y entra en el bar un vampiro inglés con mucha prisa.
“Please, please… ¡un vaso de agua caliente!”.

“¿Agua?… aquí sólo servimos sangre,” responde el camarero.
“Please, please… ¡un vaso de agua caliente!” insiste el vampiro inglés.
“Sírvele el agua, qué le vamos a hacer, debe de ser abstemio,” comenta el Conde Drácula.
Le sirven el vaso de agua bien caliente y el vampiro se saca su cartera del bolsillo del pantalón y extrae una compresa EVAX SUPERABSORBENTE ya usada, la introduce en el vaso de agua y se gira a los presentes indicando:
“¿Qué pasa? ¿ACASO NO PUEDO TOMARME EL TÉ DE LAS CINCO O QUÉ?”.

PERDIENDO EL TRABAJO

Bonifacio en el consultorio de un médico: “Doctor, cuando yo duermo, ronco mucho y muy fuertemente”.
“¿Le molesta mucho?”.
“No, a mí no”.
“¿Le molesta a su esposa?”.
“No, ella duerme que ni un cañón la despierta”.
“¿Les molesta a los vecinos?”
“Yo no tengo vecinos”.
“Entonces, ¿cuál es el problema?”.
“ES QUE POR ESO ME HAN BOTADO CINCO VECES DEL TRABAJO”.

PEGANDO EL CHICLE

Un chofer presentaba todos los días a su patrón la cuenta de gastos del coche. Debajo de los rubros gasolina, aceite, composturas, etc., invariablemente anotaba una misteriosa partida que decía: P.S.P. 20 pesos. El jefe nunca leía la cuenta con detalle, limitándose a pagar el total. Sin embargo, un buen día se fijó y reclama: “Feliciano, ¿qué significa P.S.P. 20 pesos?”
“Eso, señor, significa ‘Por si pasa’, PERO CREO QUE HASTA AYER PASÓ…”

MARINEROS

Dos marineros que habían estado dos meses en altamar, conversaban en la proa del barco:
 “¡Cuando lleguemos a tierra, me voy a conseguir una mujer de 20 años, 90-60-90 y bien cusca!”
“Yo en cambio, mi hermano, me voy a conseguir una bien gorda, con celulitis y que sea de muy mal carácter.”
“¿Y eso por qué?”
“¡PORQUE EXTRAÑO MUCHO LA CASA!”

EL NOMBRE MÁS CORTO

En un concurso para hallar el nombre más corto del mundo, se encontraban un chino, un japonés y un mexicano. Llaman al chino y le preguntan su nombre.
“Me llamo O”.
Casi todos los espectadores dan por hecho que el hombre aquel ya ganó. Entonces pasa el japonés y dice su nombre: “Casio”.
El público asegura: “¡Órale, este nipón ya ganó!”
Cuando le toca el turno de decir su nombre al mexicano, éste dice: “PUES YO ME LLAMO NICASIO”. ¡Y SOPAS GANÓ!

EL SOLDADO JOTILINGO

En el ejército, el capitán hace un llamado a la tropa para conocerlos: “¡Formen filas, soldados¡”, ordena con voz grave. “Empezaran a decirme sus nombres de izquierda a derecha, ¿correcto?”
Y la tropa comienza: “Luis, Carlos, Germán, Juan, Pedro…”, con voz fuerte.
De pronto se escucha una voz jotilinga”… Artuuuuuuro”.

El capitán se percata de eso y ordena: “Dé un paso al frente, soldado”.
Así que el amanerado soldado da un paso al frente.
“Su nombre, soldado”.
“Artuuuuuuro”.
“¡Como hombre!”
“Artuuuuuuuuuro”.
“¡Como hombre, carajo!”
“Artuuuuuuuuuuro”.
“¡Dígalo militarmente, carajo!”
“ARTU, TU, TUTU, TU, TU, TUTU, TU, TUTURO”.

JUEGO DIFÍCIL

La señora contesta al timbre de la puerta de su casa. Ante la entrada, están dos niñitos que portan una lista en un pedazo de papel. Uno de ellos dice: “Señora, mi hermanito y yo entramos en un juego en el que, si lo ganamos, nos regalan cien pesos. Consiste en encontrar las cosas que aparecen en esta lista…”
“¡Y sólo nos falta por conseguir tres granos de trigo, un hueso de chuleta de carnero y un pedazo de papel carbón usado! ¿Nos puede ayudar?”, interrumpe, excitado, el otro niño.
“¡Guau! ¿Y quién los convenció de entrar a un juego tan difícil?”, inquiere intrigada la mujer.
“EL NOVIO DE NUESTRA NIÑERA”, contestan a coro los pequeños.

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