Lela, Elisa, Marta y Julia acuden cada mañana al Centro Profesional La Planilla de Calahorra para asistir a sus clases del ciclo superior de Comercio. Cuando su profesora, Sara Laborería, les planteó la posibilidad de participar en el concurso ‘Proyecto Joven Start Innova’, organizado por el Gobierno de La Rioja a través del Instituto Riojano de la Juventud, no pensaron que encontrar la idea adecuada les fuese a costar tanto.

«Nuestra primera idea fue un bar especial, uno en el que se pudiesen alquilar también películas, cedés, que hubiese batidos y zumos naturales, algo destinado a nuestra edad, pero en seguida nos dimos cuenta de que ese tipo de locales ya existían y queríamos hacer algo novedoso para el proyecto», explica una de ellas. Por eso fueron dándole vueltas a la idea, buscando alternativas por Internet hasta que encontraron lo que sería su proyecto definitivo: una empresa de jardinería vertical. «De eso sí que no hay nada por esta zona», comenta otra convencida de que sería una buena alternativa de negocio.

La idea surgió de la lejanía. «Vimos a través de la red que en los países árabes es muy habitual la jardinería vertical para adornas edificios. Es una idea muy buena porque en invierno las plantas reservan el calor y en verano dan frescura y por lo tanto además de quedar bonitas ahorra consumo eléctrico», detalla una de las jóvenes ilusionada con el proyecto.

Lo que más les costó, sin duda, fue hacerse con la idea. Pasaron por dos proyectos distintos antes de llegar al definitivo. «Tampoco es fácil trabajar en equipo porque tienes que llegar a un consenso entre todos los integrantes», dice otra. Pero ellas han aprendido que «no es fácil montar una empresa aunque con ilusión y esfuerzo terminas consiguiéndolo», comentan.

También agradecen al concurso todo lo que han aprendido a lo largo de estos días. Ellas están convencidas de que «al final te enriqueces mucho con el intercambio de opiniones de los miembros de tu grupo y del resto de grupos a la hora de ponerlos en común».

Pero ¿y cómo llevarían a la práctica su proyecto? «Primero nos tendríamos que formar en jardinería porque nuestra empresa no sólo montaría el jardín vertical sino que también se dedicaría a mantenerlo cuidado y en las mejores condiciones», comenta una de las jóvenes.

Sus clientes potenciales ya los han encontrado. «Es una idea muy original para restaurantes y bares pero también para edificios municipales, para colegios. Cualquier edificio puede contar con jardinería vertical porque hay diseños para todos los presupuestos».

Una idea original en esta zona la que han elegido estas jóvenes para un proyecto que «podría estar entre los finalistas», dicen ilusionadas.