El mercado de Atarazanas se ha convertido en una parada imprescindible para los amantes del buen tapeo. La principal plaza de abastos de la provincia ya no sólo es frecuentada por clientes que buscan sus excelentes materias primas, sino también por consumidores que demandan platos gourmet en sus cada vez más numerosos bares. Prueba de ello es el último en incorporarse a esta lista: un bar especializado en productos ecológicos que acaba de abrir sus puertas en la zona de frutas y verduras.

El bar bio La Caracola ofrece desde hace unos días platos elaborados con productos biosaludables. Su propietario, Mikel Luis, explica que en su negocio sirven comidas muy diferentes a las que ya hay en el recinto. Más allá de pescado frito y de las tapas –productos estrella en los otros establecimientos–, ellos siempre tienen un plato de cuchara y arroces de diferentes. El responsable de este nuevo bar afirma que otro de sus puntos fuertes será el desayuno, ya que abren a las 9.00 horas para ofrecer productos naturales y tés de diferentes procedencias.

El propietario de este puesto se ha lanzado a la aventura al considera que vienen a cubrir un hueco que hasta ahora no estaba desarrollado en la capital. «Los productos ecológicos son todavía unos grandes desconocidos, pero su calidad y sus beneficios son indudables», defiende. En este sentido, entiende que su propuesta gastronómica puede atraer a un público muy heterogéneo y llamar la atención de los turistas. «Vamos a ofrecer un tapeo sencillo, en donde el verdadero protagonista sea el producto; que para eso es de gran calidad».

Flecos con Endesa

Mikel Luis, que desde hace varios años regenta otra tienda de comestibles en Atarazanas, adelanta que este nuevo bar le va a permitir dar a probar los productos que vende en su otro puesto. Desde los tés hasta las verduras o la carne. Aunque acaban de echar a andar, esperan que el negocio pueda estar a pleno funcionamiento en un par de semanas, ya que aún deben solventar algunos flecos con Endesa. Igualmente, han solicitado permiso para poner unas mesas en la puerta del mercado. «Creemos que hay sitio, pero aún no nos han dado una contestación».

Este empresario nacido en el País Vasco dice que los negocios de restauración dentro de los mercados funcionan especialmente bien en todos los países. Yprueba de ello son los numerosos extranjeros que visitan a diario Atarazanas con la única intención de probar sus productos. «En numerosas ciudades de Europa es habitual ir a comer a los mercados, porque siempre se encuentran los productos más frescos de la ciudad», reseña.

El bar bio La Caracola es el tercer negocio de este tipo que se instala en el interior del mercado central. Los dos primeros, el bar Atarazanas y El Yerno, están especializados en pescado frito y cocedero de mariscos y cuentan con una enorme clientela durante todos los días de la semana. Pero no serán los únicos, ya que otro empresario acaba de pedir los permisos para abrir un nuevo negocio de restauración en la misma calle en la que se encuentra La Caracola. «Mientras más seamos, mejor será para todos», reflexiona.