En Londres hay un bar con un concepto muy interesante: el alcohol se puede respirar. Alcoholic Architecture, como se le conoce al lugar, es una instalación del estudio de diseño Bompas Parr que ha estado abierta desde julio de 2015.
Este curioso bar es un “sistema climático de alcohol” en donde la humedad es del 140% y hay que usar ponchos e impermeables de plástico para cubrirse de la “nube” compuesta de gin tonic vaporizado. Lo que hace que tanta gente quiera visitar el lugar es que pasar 40 minutos en el cuarto de “la nube” es equivalente a tomarse un gin tonic grande. El detalle es que como el alcohol entra directo a la sangre, se necesita 40% menos de alcohol para ponerse borracho (lo que lo convierte en una alternativa barata y de pocas calorías). Si me preguntan, el futuro sci-fi ya llegó.
Claro que la seguridad es muy importante para Bompas y Parr, así que antes de abrir este bar hablaron con químicos y doctores que les ayudaron a que la instalación no fuera peligrosa para los asistentes. Algo muy importante de Alcoholic Architecure es que es una experiencia que sólo dura una hora (para que no sea dañino) y se trata más de un lugar para ir a pasar la tarde que de un antro para fiestear toda la noche.
Algo increíble es que el lugar es un edificio de la era victoriana que da directo a la Catedral de Southwark. Para hacer del ambiente algo entre futurista y medieval, también se pueden pedir tragos que brillan como gin tonic, o bien, bebidas tradicionales como cerveza Trappist (que es creada exclusivamente por monjes). Entonces, lo ideal de Alcoholic Architecure es ir a tomarse algo mientras se respira alcohol y se escucha música dance entre la nube que no permite ver bien más allá de un metro.
La instalación original apareció en 2009 y duró poco, pero esta edición estará en Londres hasta inicios del próximo año. Si quieren saber más sobre el proyecto pueden visitar el sitio oficial de Bompas Parr.
Referencia: Alcoholic Architecture