Los estudiantes de la Universidad Nacional San Martín convirtieron las afueras de su centro de estudios en una batalla campal, divida entre los que estaban a favor y en contra del rector en las votaciones.
Incluso, algunos tomaron las ánforas de votación para romperlas. El rector Julio Ríos suspendió las clases ya que se había enterado que algunos alumnos y profesores tomarían el centro de estudios.
Ante el cierre de la universidad, los alumnos del séptimo ciclo de ingeniería civil tuvieron que tomar clases en las instalaciones de un bar.