Faltaban apenas unos minutos para la dos de la madrugada y lo que hasta entonces había resultado una velada entre amigos en el tranquilo centro comercial Monte Halcones, en término municipal de Ojén, se tornó en tragedia con un hombre cosido a balazos. La Guardia Civil, que se ha hecho cargo de la investigación, busca a dos hombres por su implicación en el caso. Aunque de momento están abiertas varias hipótesis, se baraja que pudiera tratarse de un ajuste de cuentas.
Según pudo confirmar este periódico, la víctima es un hombre de rasgos árabes y de unos 35 años que se encontraba en compañía de otras seis personas en la terraza del bar All in 1, uno de los establecimientos más concurridos de la zona, donde suelen acudir mayoritariamente extranjeros. En un momento dado, y al ver aparecer a dos hombres, la víctima –que vestía bañador, chanclas y camiseta negra– se levantó de su asiento con la intención de huir por unas escaleras cercanas. Fue entonces cuando al parecer fue alcanzado por los disparos de dos armas diferentes. La mayoría de los disparos impactaron en la espalda. No contentos con ello, los asaltantes lo remataron de varios tiros en la cabeza, tras lo que emprendieron la huida.
Algunos testigos, entre ellos un taxista, dieron la voz de alarma a los servicios de emergencias. Hasta el lugar de los hechos –a pocos kilómetros del núcleo de población de San Pedro Alcántara– se desplazaron efectivos del 112, de la Policía Local de Benahavís y de la Guardia Civil. Asimismo fueron avisadas patrullas de la Policía Local de Marbella. Los sanitarios solo pudieron certificar la muerte del hombre, que yacía en el suelo con múltiples heridas de bala, rodeado de casquillos y en un gran charco de sangre.
Pruebas radiológicas
Al parecer, y según ha podido confirmar SUR, ninguno de los seis acompañantes de la víctimas se encontraban en el lugar del suceso.
El cadáver fue trasladado hasta el Hospital Clínico de Málaga donde se le iban a practicar pruebas radiológicas que determinen el número exacto de disparos que presenta el cuerpo.
La policía judicial de la Guardia Civil se ha hecho cargo de la investigación. En el día de ayer se procedió a revisar las cámaras de seguridad de los establecimientos de la zona –entre ellos un supermercado y una entidad bancaria– por si alguna de ellas hubiera podido captar algún momento del tiroteo.
El mutismo imperaba ayer entre el personal del local en el que tuvieron lugar los hechos, así como en los colindantes. Los empleados consultados por este periódico eludieron pronunciarse sobre el caso. «Yo he entrado a trabajar a las nueve de la mañana y no sé nada. Lo único que conozco es lo que me están comentando los clientes, que hubo anoche un tiroteo aquí, y nada más», explicó una de las camareras. Tampoco los pocos clientes que en la mañana de ayer se encontraban en los comercios de la zona acertaron a aportar información alguna sobre el caso, asegurando que desconocían a la víctima del brutal asesinato.