‘Movember’, la campaña que ha poblado las calles de bigotes con la intención de romper la barrera de silencio que enmudece los problemas de salud masculinos, se cierra hoy con una celebración que reivindica menos pudor y más conciencia e investigación sobre el cáncer de próstata y el testicular.
El bar Ongi será el centro neurálgico de una fiesta en la que se podrá disfrutar de música en directo, Dj, y cómo no, colaborar con la causa ‘Movember’.
Todos aquellos que han optado por no usar las cuchillas y maquinillas y se han dejado mostacho este mes de noviembre, tendrán además la oportunidad de inmortalizarse juntos en una foto de ‘bigotudos’ que los promotores de la campaña en Oñati quieren que sea lo más nutrida posible.
«Animamos a la gente a participar, también a las mujeres. Igual de que los hombres se ponen el lazo contra el cáncer de mama, las mujeres pueden pintarse un mostacho, ponerse uno postizo o simular uno con el pelo. Es una foto abierta, tanto a los que se han dejado crecer bigote este mes, como a los que quieran hacer efectivo su apoyo a la causa con uno simulado», explica Aratz Losada.
Aunque también es cierto que a estas alturas, al margen de lo que suceda esta noche, la campaña ya es un éxito. El «¡A que no hay huevos!» que lanzaron con la ayuda de Markel Irizar para dar una mayor visibilidad a la iniciativa, se ha hecho muy popular, y al grabarse el vídeo también en inglés, incluso ha cruzado fronteras.
La campaña mundial que tiene su origen en la unión de las palabras inglesas ‘Moustache’ y ‘November’ ha calado en Oñati, y la mejor prueba es la fiesta de despedida organizada.
Acabar con los prejuicios
La idea viene de nuestras antípodas, pues surgió en 2003 en la ciudad australiana de Melbourne, y ya se ha extendido por 21 países. La viralidad que ofrece internet ha disparado el número de adeptos. En torno a los mostachos de todo el mundo han nacido concursos, como los ‘Moscars’, o multitud de competiciones para conseguir financiación para aumentar la concienciación e invertir en investigación.
Oñati no se ha querido quedar atrás respecto a este movimiento, y hoy cualquier hombre o mujer dispuesto a echarle bigotes al cáncer de próstata o testicular podrá poner su granito de arena a la campaña. Es la traca final, una cita abierta a todos lo públicos donde se podrá disfrutar de buena música, colaborar con una aportación en las huchas instaladas, y recordar lo importante que es la prevención y un diagnóstico precoz.
Porque no hay que olvidar que el cáncer de próstata es el segundo tumor más frecuente entre los hombres, siguiendo al de pulmón. Pero aunque cada año se diagnostican casi 19.000 nuevos casos de cáncer de próstata en el estado, una mezcla de vergüenza, ignorancia y miedo hace que los varones demoren ‘sine die’ su visita al urólogo.
Mientras la inmensa mayoría de mujeres sabe que es conveniente hacerse al menos una revisión ginecológica al año, la mayoría de los hombres desconoce que debe empezar a revisar su próstata a partir de los 40 años pues, como en todos los cánceres, la detección precoz es la clave.