El “bar de Lupe” de Cambados organiza periódicamente exposiciones de pintura. Pero lo que nunca había hecho es colgar de sus paredes fotografías de las primeras comuniones de sus clientes. Unos 70 vecinos de Cambados y de otros municipios de O Salnés prestaron a Guadalupe Vázquez Miser fotografías tomadas en sus Primeras Comuniones. La muestra se inauguró el viernes, pero ha gustado tanto que el sábado fue gente con más fotos.
La idea surgió en invierno, en la reunión de una pandilla. Guadalupe Vázquez Miser, “Lupe” para los amigos, había abierto un pequeño bar en la calle Isabel II de Cambados -el antiguo de Piñeiro- y como desde un primer momento había montado exposiciones en el mismo se pusieron a hablar de qué muestras se podrían organizar. Entonces, uno de los miembros del grupo, el “exunha grande chea” José Manuel Domínguez, “Domin” propuso hacer una con fotografías de Primeras Comuniones y de bautizos. Enseguida se desencadenó una tormenta de ideas, en la que se descartó la idea de los bautizos y se puso sobre la mesa la de fotos de boda. Pero esta última tampoco cuajó -había quien asegura que salía horrible-; de ahí, que al final se quedase en hacer una exposición dedicada exclusivamente a fotos de Primera Comunión…
Meses después la idea se hizo realidad. “Lupe” inauguró el pasado viernes en su bar una curiosa exposición compuesta por unas 70 fotografías de Primera Comunión, en las que los personajes son clientes de su establecimiento o amigos de la casa. Entre ellos se encuentran personas muy conocidas socialmente, como el cocinero Yayo Daporta, que estos días suma a la popularidad que le dio la Estrella Michelín la que le está otorgando su participación en el programa de televisión “Top chef”. La imagen, de alguna manera, anticipa su interés por la gastronomía, pues sale instantes antes de hincarle el diente a unos churros con chocolate.
Otros rostros conocidos -salvando las distancias de los años- son los de los hermanos Juan y Lino Silva (músico y pintor, respectivamente), o los también artistas Uxío López y Juan Moreno Badía, estos dos últimos de Vilagarcía.
Las imágenes más antiguas son de la década de los 30 (hay una de una mujer de 93 años y otra de un hombre de 92, cliente del “bar de Lupe”), y la más reciente es de principios de la pasada década, de un hombre que tiene ahora 22 años. Entre medias hay docenas de instantáneas de las décadas de los 50, 60 o 70.
Esto permite apreciar la evolución a lo largo del tiempo de los estilos de ropa que se utilizaban para esta fiesta o de las formas como afrontaban los fotógrafos el trabajo. Así, por ejemplo, los que acudan a ver la muestra comprobarán como antiguamente algunas niñas eran vestidas de monjas para hacer la Primera Comunión (en la exposición hay tres ejemplos), aunque lo más habitual era ataviarlas como princesas, con corona y velo en la cabeza. Los niños, por su parte, iban casi todos de marineros.
También se aprecian fotografías que chocan culturalmente con la concepción actual de esta celebración religiosa. Por ejemplo, en una imagen se ve a una niña posando sobre una tumba. Guadalupe Vázquez supone que probablemente sea la de algún familiar fallecido poco antes. Y en la de Juan y Lino Silva ambos aparecen en sendos extremos de un diván, y entre ellos se extiende el vestido de Primera Comunión de un niña. “Es una imagen de aire fantasmagórico”, apunta la hostelera, y que aludiría a la muerte de una hermana.
Vázquez Miser sostiene que la exposición está gustando mucho, y que incluso acude gente que nunca había pisado su bar. Tanto es así que aunque la exposición se inauguró el viernes, aún el sábado le llegó gente con más imágenes.