El consenso sobre el desafío separatista de casi todo el arco parlamentario catalán se resquebraja después de que Artur Mas decidiera dar un paso atrás y convertir su referéndum rupturista ilegal en una suerte de encuesta prolongada durante quince días. Además de la ruptura entre ERC y CiU destaca la de los republicanos separatistas de Oriol Junqueras con la CUP. Las desavenencias entre los antisistema que capitanea David Fernández y ERC fueron especialmente notables este martes en el Parlamento Catalán, donde testigos presenciales aseguran que la secretaria general de ERC, Marta Rovira y el diputado de la CUP Quim Arrufat mantuvieron una conversación subida de todo en el bar del Parlamento catalán.
Según cuenta e-notícies la discusión tuvo lugar a la hora de comer y se produjo después de que los antisistema de la CUP informaran de que se apeaban de las negociaciones para el 9-N. Ni Arrufat ni Rovira han negado su discusión y ambos han señalado que intentaron encontrar el mejor tono posible, según Rovira. Arrufat ha insinuado que la bronca se produjo porque habían comunicado este miércoles que no participarían más en los procesos de decisión que rodean al 9-N.
Arrufat advertía de que su partido dejará “para más adelante” los pronunciamientos sobre lo que tenga que pasar, “como unas elecciones plebiscitarias” y denunciaba que “las 11 condiciones de las CUP han entrado en el terreno pantanoso de la discusión entre los partidos y si se han de utilizar como arma arrojadiza, dejamos de considerarlas un elemento válido”. Por este motivo abandonan “este escenario de trabajo “lamentando” que “los focos no son amigos de la concordia” y que cada partido se haya “atrincherado” en su posición. Ahora, su única preocupación, dice, es que “el 9-N sea un éxito”.
Pero no se quedó ahí, antes de su discusión con Rovira, Arrufat destacaba que su partido cree que el pacto de los partidos es “un lodazal, es un marco que no tira más” y un “espectáculo que no se merece nadie”. Para las CUP, es “más fructífero y garantista el trabajo en la calle” y que “hay que liberar el 9-N de los choques entre partidos”.
Marta Rovira, por su parte, pedía a Mas, que “en los próximos días” se comprometa a convocar unas elecciones plebiscitarias. En este sentido ha hablado de unas elecciones “específicas”: unos comicios para lograr construir una mayoría soberanista en el Parlamento y declaró la independencia de forma “inmediata”.
La republicana, al mismo tiempo, se ha declarado “vertida” en la preparación del 9-N, y ha asegurado que ERC trabajará para que el proceso participativo sea un “éxito rotundo”. Para Rovira el 9-N debe ser una “demostración más” de movilización a favor de la independencia y también debe servir para denunciar a las instancias europeas e internacionales que el gobierno español no permite ejercer el derecho a decidir.
Open all references in tabs: [1 – 5]