TEGUCIGALPA, Honduras
Una pesadilla vivieron empleados y clientes de una cantina ubicada en la sexta avenida de Comayagüela.
Hombres encapuchados y armados rociaron gasolina e incendiaron el local.
El saldo fue de seis personas con quemaduras, una con heridas de bala y las restantes salieron afectadas por la inhalación de humo, según confirmó una fuente oficial.
Los pacientes atendidos en el Hospital Escuela Universitario (HEU) por quemaduras son José Cristian Martínez (26), Luis Fernando Blandín (57), Irela Diosana Padilla (56), Jaime Edgardo Casco (51), Milton Alexander Barahona Meza (45) y Carlos Manuel Cardona Reyes (41), quienes se encuentran internos.
Brutal ataque
Alrededor de las 9:55 de la noche el Cuerpo de Bomberos alertó que elementos del Cuartel General se movilizaron en un carro cisterna a atender una emergencia en el bar Meli, ubicada a una cuadra de distancia del anexo del Banco Central en la sexta avenida, entre la 14 y 15 calles de Comayagüela. Además de un incendio, en el local se encontraban personas heridas y con quemaduras, quienes fueron trasladadas al HEU en ambulancias de la institución de socorro y en carros particulares.
Según la versión recabada por personal de la Oficina de Relaciones Públicas del centro asistencial, unos malvivientes llegaron al lugar, obligaron a los presentes a tirarse boca abajo sobre el piso y tras despojarlos del dinero, así como de otras pertenencias rociaron gasolina, prendieron fuego con la intención de quemarlos vivos, luego comenzaron a disparar.
Unas 11 personas salieron afectadas, entre empleados y clientes, unos quemados, mientras que otros con heridas de bala, según la información que trascendió.
Los malhechores, supuestamente miembros de una pandilla, huyeron tras cometer la acción, mientras que los afectados pidieron auxilio al Cuerpo de Bomberos.
En el HEU se manejó que hubo un fallecido en el sector donde ocurrió el incidente, sin embargo, en la morgue de Medicina Forense se constató que no hubo ingreso de ningún cadáver de esa zona.
Según lo declarado por algunos de los quemados, los atacantes portaban armas de grueso calibre y cubrían sus rostros con gorros pasamontañas.
Hasta ayer la Policía no reportaba capturas de implicados en el atentado criminal, ni trascendió ninguna información policial relacionada con ese repudiable caso.
Lo anterior pone al descubierto el grado de impunidad con que operan las bandas criminales, a pesar de los operativos de rutina que realizan elementos de la Policía Nacional y de la Policía Militar del Orden Público (PMOP).