Cynthia Camacho
EL DIARIO | Domingo 17 Agosto 2014 | 20:46 hrs
El show de ‘Su Majestad Imperial’ Silverio no es apto para personas con afecciones cardiacas, o de estómago frágil.
La noche del sábado, el famoso personaje de las redes sociales que atrajo las miradas con su ‘Yepa, Yepa, Yepa’, su desnudez, y su humor escatológico y mordaz, llenó la terraza de un bar ubicado en la avenida Lincoln.
“Soy virgen en Ciudad Juárez”, dijo unas horas antes en referencia a la primera vez que visita la ciudad, y en definitiva, perdió su ‘virginidad’ y la de cientos de espectadores que nunca habían visto un espectáculo como el suyo.
Rockeros, alternativos, fresas, ravers y demás se unieron esa noche atraídos por el llamado de su ídolo, al que vitoreaban cada vez que les llamaba ‘mongoloides’ y ‘aborígenes’, como usualmente se refiere a sus seguidores.
“¡Pura música para bailar mongoloides!, ¡puro pinche Noa Noa!”, saludó a su gente de Juárez al abrir su espectáculo con ‘Yepa, Yepa, Yepa’, el tema que lo hizo famoso.
Todos alrededor empezaron a bailar y a saltar, otros a captar el momento en sus teléfonos, y unos más agitando frenéticamente las cabezas, como poseídos por los samplers lanzados casi al azar.
Unas horas antes, Silverio dejó en claro que él no es un DJ, que no cree en los músicos y hasta los odia, pero le gusta lo que hace, y que “ver las jetas de todos” mientras está en el escenario haciendo lo suyo, es lo único que lo hace feliz.
El originario de ‘Chimpancingo’, Guerrero (como él dice), soltó algunos temas de ‘Nailons’, su última producción, como ‘Salón de Belleza’, momento en el que metió el micrófono a su boca, arrebató el celular a uno de los fans y lo introdujo en la parte frontal de sus pantalones, para luego regresarlo a su dueño.
La gente que ya conoce el tono de sus presentaciones, le respondía con gritos de “puto”, “chin… tu madre” o elevando el dedo medio de la mano para manifestarle su devoción.
Otra singular muestra de cariño de su gente fue lanzarle vasos al escenario, que Silverio esquivó una y otra vez, mientras un asistente que le acompañó en todo momento, se dedicaba a recoger los vasos y los objetos que le arrojaban.
Alguien se atrevió a lanzar a sus aparatos un vaso con todo y cerveza, y les llamó la atención muy a su manera: “¡Se chin.. la maquinaria y se va esto a la mie…!”.
Durante toda su actuación, de la boca de Silverio escurrían espesos hilos de saliva mezclados con sudor, que salpicaron sin piedad a los espectadores abajo del escenario, detalle que lejos de molestarlos o darles asco, les provocaba risa y la aprobación de los que estaban alrededor.
“¡Los veo muy pinches putos campiranos!”, fue una de sus frases.
En uno de los temas, invitó a varias chicas al escenario para que bailaran a su alrededor. A una de ellas le quitó la blusa y arrojó la prenda al público, cargó a una y la dejó caer al suelo, abrazó a otras tres, chocó sus cabezas y las despeinó. Ellas no dejaban de sonreír a pesar de la ruda muestra de afecto.
La temperatura empezó a subir, y como a la 1:15 a.m., Silverio consideró que era el momento apropiado para quitarse la ropa; así lo hizo y quedó ataviado solamente con un calzón rojo y sus botines mientras se contoneaba por todo el escenario.
Para sorpresa de algunos, el showman se bajó parte de la prenda por un momento, dejando ver lo que había en el interior, y decenas de celulares y cámaras inmortalizaron el momento.
Antes de terminar, volvió a vestirse, se puso el saco y el pantalón al revés, arrojó la peluca empapada en sudor y pidió a sus fans que lo cargaran. Cuando regresó al escenario, se colocó la peluca para terminar su show “cómico, mágico y grotesco”, como él mismo lo califica.
La parte final llegó a la 1:30 a.m., y Silverio dijo adiós a sus ‘aborígenes’ repitiendo el tema que lo lanzó a la fama cibernética: ‘Yepa, Yepa’.
Las canciones
• ‘Yepa, Yepa, Yepa’
• ‘XXX’
• ‘Salón de Belleza’
• ‘Hagámoslo’
• ‘Pulgoso Mix’
• ‘Diablo’
• ‘Gorila’
• ‘Perro’
• ‘Electrificante’
• ‘Bombeando’
• ‘Dedo Suizo’
• ‘El Iluminado’
• ‘Super Ídolo’
• ‘Circunstración’
• ‘Yepa, Yepa’.