Hoy indagarán al joven que se entregó ayer en sede judicial imputado de ser coautor, junto a sus padres, del homicidio de Osvaldo Gómez, el hombre que fue asesinado a puñaladas y luego su cadaver abandonado y calcinado en cercanías de la cancha de Santo Fútbol Club, en el barrio Mi Bandera de esta capital.
El muchacho de 23 años es Facundo Morete, hijo Armando Morete y Estela Neira quienes se encuentra detenidos desde la misma jornada del hecho.
Ayer a la mañana aparentemente acompañado por algún familiar, llegó a sede judicial el chico que estaba prófugo desde que se descubrió el macabro crimen y los investigadores comenzaron a relacionarlo con el diferendo surgido entre Gómez y los inquilinos de su local, en el que Neira y Morete explotaban el Bar El 14, ubicado en la esquina de Mitre y Sussini.
Aparentemente, el dueño de 72 años, habría pretendido no renovar el alquiler lo que habría desencadenado la disputa con los comerciantes.
De acuerdo a las primeras informaciones Facundo fue ubicado por un familiar en Bahía Blanca quien lo acompañó en la mañana de ayer hasta Tribunales, donde quedó a disposión del juez Favio Igoldi.
Estela Neira y Armando Morete manejaban el “Bar 14”. Ambos fueron capturados por el asesinato de Gómez, de 72 años. La pareja ya no tendría relación sentimental sino un vínculo comercial con el funcionamiento del local.
Un Chevrolet Corsa fue secuestrado en una calle del barrio Castello, aparentemente abandonado. Ese vehículo sería propiedad del joven, cuya detención fue librada simultáneamente a la de las otras dos personas.
La mujer fue capturada en una vivienda del barrio San Martín y Armando Morete en la vía pública. Además la rural Chevrolet Ipanema que quedó secuestrada frente al “Bar 14” sobre el boulevard Sussini sería propiedad del hombre detenido.
Durante el allanamiento realizado en el local a las pocas horas de ser encontrado el cadáver calcinado se habrían retirado una serie de elementos. Luego fue abierto el local y fueron incautadas bolsas con cosas en su interior, mientras que del auto que quedó en la puerta del local también habrían sido secuestrados otros elementos, entre ellos un bidón.
Cabe recordar que para borrar pistas, los autores del terrible crimen, además de calcinar el cadáver habrían arrojado al río, en la zona del puente ferrocarretero, el vehículo Chevrolet Astra, propiedad del hombre asesinado.
Los investigadores esperan los resultados de los peritajes realizados y, sobre todo, de los ADN dispuestos, así como las pruebas de luminol que detectan manchas de sangre a pesar de que la superficie haya sido lavada.
Gómez habría sido asesinado con un profundo corte en el cuello, situación que habría provocado un derramamiento de sangre importante que no sería fácil de ocultar. Luego su cuerpo fue calcinado en un intento de su destrucción con el fuego. Lo que resta establecer es dónde se produjo la puñalada mortal. Los peritajes son también importantes en los autos secuestados -el de la víctima que fue arrojado al río Negro, el de Morete que estaba estacionado frente al bar y el de su hijo- teniendo en cuenta que Gómez habría sido trasladado vivo o muerto hasta el baldío donde apareció calcinado.