Julio Deluret es el dueño de la clínica Los Álamos, que se encuentra al lado de un bar de nombre “Don Diego”.
Cansado de que los clientes de ese negocio orinaran en pared y de limpiarla y desinfectarla todas las mañanas, Deluret hizo varias denuncias e intentó finalizar esta situación a través de la vía judicial; como eso no funcionó, decidió instalar un urinario en la puerta de su casa.
Deluret instaló el mingitorio frente al centro asistencial Los Álamos, y colocó un cartel que decía: “Baño exclusivo para clientes del bar Don Diego”.
“Estoy harto, muy cansado de que los clientes de ese bar orinen mi vereda. Todas las mañanas es el mismo problema”, dijo Julio, quien agrego que instalar el mingitorio era una forma de protestar y manifestar su enojo ante la situación.