En menos de un minuto, dos robots gemelos surten de tragos a los asistentes del Bionic Bar. Tienen la capacidad de preparar mil cocteles al día, pero también bailan y hacen malabares con las botellas como todo bartander.
Esta atracción es una de las tantas sorpresas tecnológicas que se encuentran a bordo del Quantum of the Seas, uno de los barcos más nuevos de la naviera Royal Caribbean. No se trata de cualquier crucero, sino del primer barco inteligente del mundo, también conocido como smartship.
Camarotes
Otra prueba de tecnología son las pulseras que se colocan a cada pasajero para abrir su habitación. Con tan sólo acercarla al sensor de la puerta, ésta se abre como arte de magia. La misma pulsera sirve para registrar los cargos por consumo; en el crucero no hay manejo de dinero en efectivo.
Los estados de cuenta se despliegan a través de los plasmas de 80 pulgadas que hay en cada camarote, también se utilizan para registrar tu salida, reservar en un restaurante o comprar una excursión en tierra.
Entretenimiento
Para zarpar en el Quantum of the Seas debes descargar la aplicación diseñada especialmente para rastrear cada una de sus atracciones, entre otros servicios. Está por demás decir que a bordo hay Internet y es gratuito. La app sabrá orientarte hacia el SeaPlex (en segundos puede convertirse en pista de patinaje, de carritos chocones o en cancha de basquetbol), la sala de Xbox, el Two70º (salón que recrea mediante proyecciones paisajes o espectáculos de acrobacias) y la North Star, una cápsula de cristal que se eleva 92 metros, ayudada por un brazo mecánico, para contemplar el océano.
Restaurantes
Hay ocho, sin contar las estaciones de comida rápida, café, postres y la sucursal flotante de las hamburguesas Johnny Rockets.
Wonderland merece una mención especial, ya que está inspirado en el libro de Lewis Carroll, “Alicia en el país de las maravillas”. Los platillos están divididos de acuerdo con tu elemento favorito: viento, hielo, fuego, tierra y sueños. El menú se va revelando conforme pintas sobre un trozo de papel. ¿Y los tragos? Son elíxeres que susurran “bébeme” a través de espejos amorfos.
¡Mamma mia!
Royal Caribbean tuvo que hacer un casting mundial para consentir a sus pasajeros con la obra “Mamma Mia”, traída desde Broadway. El resultado: dos horas y media que ponen a bailar a los más de mil asistentes que caben dentro del teatro.
Para los rockeros está el Music Hall, un bar de dos pisos donde bandas hacen tributo al género musical, en vivo. Esta área se conecta con el casino, una de las pocas áreas para fumadores.
Los más pequeños pueden disfrutar de una Experiencia DreamWorks, donde Shrek, Fiona y los Pingüinos de Madagascar hacen su aparición para darles un autógrafo.