La asociación vecinal Virxe Peregrina de A Estrada presentó ayer un escrito en el registro del Concello de A Estrada para solicitar la reapertura de un comedor social en la villa. Según recordaron, entre los años 40 y 70, A Estrada contó con un comedor benéfico que se encontraba en la zona de los vinos, en donde actualmente se encuentra el Bar Enredo. Este comedor estaba financiado por el gobierno central. Desde la asociación entienden que la actual situación de crisis obliga a reabrir este comedor social, en el que podrían comer y cenar los vecinos más necesitados.
La propuesta de la entidad estradense no es nueva. Ya en el año 2009 presentaron un escrito similar que fue ignorado por el gobierno local. Cinco años después reinciden en su iniciativa y presentaron un escrito en el que reclaman que “se apruebe una ordenanza para promover la creación de una cocina benéfica de atención social para socorrer a las personas que por diferentes motivos se vean en la necesidad de pedir ayudas para poder subsistir”.
La asociación considera que debe ser el departamento de Servizo Sociais el que se haga cargo del comedor. “El Concello debe impulsar este servicio por mediación del departamento de Servizos Sociais municipal, y con vistas al futuro ayudar a estos colectivos de gran valor humano que tienen necesidad de petición a las entidades benéficas que se encuentran desbordadas por la masificación de peticiones de ayudas de todo tipo”, explican en su escrito presentado en el Concello.
Atendiendo a estos condicionantes, Virxe Peregrina pide que se tomen las medidas oportunas para acondicionar un local para ser dedicado a la creación de una cocina económica benéfica, “pudiendo solicitar para tal fin las ayudas y subvenciones que concede la Consellería de Servizos Sociais con fondos de la Unión Europea”.
Desde la asociación Virxe Peregrina recordaron que este servicio de comedor benéfico ya existió durante varias décadas en A Estrada. El “Auxilio Social” se encontraba en la esquina que hoy ocupa el bar Enredo. Abrió sus puertas según recuerdan en los años 40 y permaneció abierto hasta los 70. Estaba regentado por Ramonita Costa pero se financiaba con dinero del Estado. Daba servicio en las comidas y en las cenas en una época en la que muchos estradenses tenían dificultades para poder sufragar los gastos diarios de su manutención y de sus familias. Desde la entidad consideran que la situación actual exige volver a contar con un servicio benéfico similar.