Después de los Sanfermines, Pamplona se ha quedado prácticamente desierta. Muchos vecinos han aprovechado para tomarse unos días de vacaciones. La situación ha afectado entre otros, al sector de la hostelería, concretamente a bares y restaurantes. Además entre los ciudadanos que se han quedado en Pamplona, muchos eligen pasar el día en las piscinas.
Es el sector hostelero el que más sufre este fenómeno de piscina y playa. Muchos bares y restaurantes siguen abiertos durante este mes de julio. “Esperábamos recibir la visita de más peregrinos durante estos días, pero no ha ido así. En agosto veremos si la situación cambia un poco”, afirma Jesica Silva, camarera del Bar Castillo de Javier situado en la calle San Nicolas que confiaba en que los caminantes a Santiago suplieran el descenso de clientes experimentado.
Tampoco el tiempo ha acompañado todo lo que gustaría durante este mes de julio, después de unos Sanfermines donde el sol y el calor no acabaron de llegar, en la tercera semana de julio tampoco ha acabado de hacer buen tiempo. “Estos días sí que estamos trabajando algo más, sobre todo con los turistas. Ya que la mayoría de la gente o está de vacaciones o no se anima a salir por el tiempo”, apunta Amaia Larraza, encargada del Bar Baserri.
Este factor es determínante en el mundo de la hostelería ya que la terraza es un elemento fundamental para los bares y restaurantes . Ya que si el tiempo no acompaña la gente prefiere o bien quedarse en casa o acudir a la barra del bar.
TERRAZA O BARRA
Entre los clientes hay quienes prefieren el aire acondicionado del bar, al exterior. Sin embargo otros disfrutan una buena “cañita” al calor del sol. El buen tiempo es el que decanta esta decisión, ya que pese a que la mayoría de la gente prefiere la terraza, si la climatología no acompaña, no queda otra que tomarse el aperitivo dentro del bar. “A la gente siempre le gusta tomar algo afuera, pero si no tenemos buen tiempo la clientela baja, y la que viene no les queda otra que estar dentro del bar”, apunta Amaia Larraza encargada del Bar Baserri. “La terraza, aunque sea más cara, siempre gusta pero eso depende del tiempo que haga”, señala Ernesto Arín Jiménez gerente del Bar Pavys 2, situado en Pío XII.