16/08/14 – 05:02hs

El Bar El Parlamento, uno de los más antiguos de La Plata, cierra sus puertas por la debacle financiera. Piden que sea declarado de interés público

Los clientes se van enterando de a poco, y la sorpresa los invade. El bar el Parlamento, de 7 y 51, tiene fecha de cierre después de casi 60 años de funcionamiento. Con más de medio siglo de historia sorteando todas las situaciones económicas posibles, no pudo luchar contra la actual debacle financiera: la inflación galopante y un alquiler que se fue por las nubes puso el punto final al tradicional cafetín.

El bar se fundó en 1948 bajo el nombre de “El Paulista” y en 1957 pasó a llamarse “El Parlamento”, bajo el mando del inmigrante gallego Manuel Veiga, quien había arrancado como mozo. Pero el 30 de agosto próximo, será el último día que abra sus puertas. La comunidad del bar no sabe cómo encarar ese día: muchos de los empleados pasaron allí más de veinte años, y otros casi toda su vida, como el caso de Juan José Veiga, hijo de “Manolo”, alma Mater de este espacio de charlas, cafés y whiskeys.

Los clientes, asiduos y fieles, preguntan en la barra si hay alguna chance de que el destino cambie. Pero la realidad marca que el contrato de alquiler se termina (le piden para renovarlo una fortuna) y con los gastos cotidianos en constante aumento, no se puede seguir adelante. El fútbol codificado en las casas fue otro cimbronazo: la muchedumbre agolpada en las mesas, alentando a su equipo, son cosa del pasado.

“Vos sabés lo que va a ser el sábado 30…esto me partió al medio. Hace 24 años que empecé a trabajar en el bar. Llegué como refuerzo de vacaciones, por una semana o quince días, y acá estoy”, contó a Hoy el mozo Miguel Ángel Arce, apesadumbrado por la noticia. “Es como una familia esto. El dueño no es patrón: es un compañero, trabaja a la par nuestro. Salvo el último mozo, que entró hace cuatro años, el resto somos todos antiguos”, agregó. A la nostalgia por el pasado, Miguel suma la incertidumbre por el futuro, con la falta de trabajo a la que se enfrentan.

Pero hasta el último día, dice, El Parlamento seguirá funcionando como de costumbre, llevándole a los clientes fijos “lo de siempre”, sin preguntar el pedido, porque ya con sólo verles las caras al cruzar la puerta saben lo que quieren tomar.

Junta de firmas

Gisele Veiga -la hija de Juan José y nieta de Manuel-, como la mayoría del público, se niega a que el bar cierre y no quiere quedarse de brazos cruzados. Para esto, inició un petitorio con el fin de que El Parlamento sea declarado e interés público por el municipio.

“Se que muchos quieren firmar, y me han llegado mensajes”, contó Gisele a Hoy, “les pido que me den sus nombres completos y numero de DNI, para adjuntar su apoyo”. En este sentido, los interesados en participar pueden escribir al Facebook de Gisele (facebook.com/gigi.gmv).

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