Acostado, como quien duerme, se le fue la vida.
Oreste González González, de 49 años, dejó de existir.
El hombre, que estuvo al frente de un pequeño negocio de reparar llantas, fue encontrado muerto la mañana de ayer, lunes, por un morador de San Vicente, en Chilibre.
En principio se presumía que había sido asesinado, pero los investigadores no encontraron ningún elemento que lo confirme.
Incluso, el médico forense reportó que no halló daños visibles, como cuerdas, objetos contundentes, arma de fuego o blanca en la anatomía de la víctima que yacía en el pasillo del “Bar Pocho”.
Pese a todo, se deberá realizar una autopsia para determinar la causa de muerte de Oreste.