Un baño ritual judío, conocido con el nombre de “micvé”, que había en Girona en el siglo XV, ha salido a la luz a raíz de una investigación arqueológica en el lugar en el que se ubicó la última sinagoga antes de la expulsión de esta comunidad decretada por el rey Fernando, el Católico.
El embajador de Israel en España, Alon Bar, ha asistido hoy a la presentación en público de este hallazgo, junto al conseller de Cultura de la Generalitat de Cataluña, Ferran Mascarell, y al alcalde de la capital gerundense, Carles Puigdemont.
Alon Bar ha explicado que fue informado por Puigdemont del descubrimiento y que programó esta visita consciente de que el “micvé” fue fundamental para “la purificación de las mujeres” en el siglo XV.
“Felicito que se hayan encontrado más testimonios de la presencia judía y que se quiera fomentar este tesoro cultural para mantener los vínculos entre los pueblos”, ha añadido el embajador israelí.
La investigación realizada por un equipo de arqueólogos de la Universidad de Girona, dirigido por Jordi Sagrera, ha permitido confirmar que la cisterna que existía en el lugar donde apuntaban los documentos es exactamente el resto que se conserva de aquel “micvé” utilizado por la comunidad judía desde 1435 hasta el día de su expulsión.
Tanto Mascarell como Puigdemont han destacado la importancia del patrimonio hebreo de la capital gerundense y el nuevo grado de interés cultural y turístico que supone este hallazgo para los visitantes del barrio judío gerundense.
Según los responsables del Museo de Historia de los Judíos de Girona, muy pocos baños rituales de este tipo son los que se conservan en Europa y, en el ámbito mediterráneo, tan sólo figuran los de Sicilia, Montpellier y Besalú, este último también en Cataluña.