
Viedma. Los dos imputados por el crimen de Osvaldo Gómez se presentaron ayer ante el juez Favio Igoldi y el fiscal Juan Pedro Puntel, para las respectivas declaraciones indagatorias.
Se trata de Estela Neira y Armando Morete, ambos explotadores del Bar 14 ubicado en el inmueble de la intersección de Mitre y Sussini, propiedad de la víctima.
Los dos hicieron uso del derecho que les asiste como acusados en la causa y permanecieron en silencio ante el magistrado.
Ahora, corren los tiempos legales para que el juez resuelva al respecto.
Son diez días hábiles como mínimo para expedirse por el procesamiento o la falta de mérito.
Notorio fue el movimiento en la mañana de ayer en el edificio de Tribunales.
Además de los dos acusados por el violento crimen de Gómez, también fue el turno del único imputado por la muerte de Carlos Relmuan, descubierta el mismo día del homicidio de Gómez, en su casa de la calle 17 del barrio Lavalle, a pocas cuadras del macabro hallazgo de Gómez.
Este acusado, de apellido González, también optó por hacer silencio.
La causa
El juez ya cuenta con los resultados de la autopsia. Aunque oficialmente no trascendieron datos, se supo que la muerte de Gómez se habría originado por un profundo corte en el cuello.
La investigación trata de determinar si las manchas de sangre halladas en el Bar 14 en el allanamiento del pasado miércoles, pertenecen a la víctima.
De ser así, podría determinarse el lugar de la salvaje agresión sufrida por Gómez, que apareció desmembrado e incinerado en el barrio Mi Bandera de esta capital.
Los acusados habrían mantenido tiempo atrás una relación de pareja, pero en la actualidad los unía la sociedad en torno al bar.
Hay un tercer imputado, de apellido Morete, quien sería hijo del imputado. El hombre permanece prófugo de la Justicia.