EFE
El juicio que desde el pasado viernes se desarrolla ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) contra la alcaldesa de Pliego, Isabel Toledo, y su antecesor, Juan Guillén, por no haber clausurado un bar con exceso de ruido, concluirá el próximo lunes con la exposición de los informes.
En la que ha sido la cuarta sesión de la vista oral, celebrada ayer, se presentó un informe pericial en la que técnicos de sonido declararon sobre los ruidos medidos en este local, que motivaron la presentación de decenas de denuncias, a lo largo de varios años, por un vecino. Uno de estos especialistas aseguró que aunque el pub musical El Escondite disponía de un limitador de sonido, el mismo podía ser alterado con la manipulación de los cables que llegaban a la caja, aunque ésta estuviera precintada.
Entre las pruebas testificales propuestas por el fiscal del caso, José Luis Díaz Manzanera, el juicio contó en estas últimas sesiones con la declaración de varios miembros de la Policía Local que expusieron a la sala que pusieron en conocimiento de los dos acusados citados (la alcaldesa y su antecesor) el contenido de las denuncias y los resultados de las mediciones de sonido efectuadas en el local, algo que ellos han negado en reiteradas ocasiones. En la causa se juzga también al aparejador municipal, Antonio Botía, y a los propietarios del bar, José Carlos Melero y Francisco Belijar.