POR RAQUEL RODRIGUEZ
El Caf-Bar Manilab lleva toda la vida abierto en la avenida Ambroz, entre la gasolinera de la avenida de Espaa y la estacin de ferrocarril. Es un clsico, pero regentado por jvenes desde hace cinco aos. Roberto Carlos Snchez De la Calle es el gerente de este negocio desde que cumpli los 27 aos. Ahora, con 32, mujer, Jennifer Cabo, y un nio de 9 meses, ha conseguido mantenerse, “que ya es un triunfo” gracias a un servicio basado en las tapas, las ofertas y, sobre todo, muy buenos precios, de los ms baratos de la ciudad.
Roberto Carlos trabajaba montando Pladur y hace diez aos decidi con su cuado “montar algo diferente”. Por aquel entonces, su padre regentaba el bar La Ruta, en la calle San Fulgencio, en Miralvalle, y finalmente Roberto se qued con l y comenz entonces en el negocio de la hostelera.
Aos despus, su ti se qued con el Caf-Bar Manilab. “Yo entonces no lo quera, pero estaba muy mal, se caa todo, pero vi que funcionaba y, cuando mi tio lo dej al final me qued yo con el bar”.
No obstante, fue previsor, y no quiso invertir dinero en reformarlo “para no tirar el dinero”. Cuando vio que la clientela responda, lo pint, lo decor a su gusto e introdujo mejoras. Ahora est pensado en hacer una nueva reforma, pero reconoce que no son buenos tiempos y esperar antes de tomar una decisin.
Destaca de la ubicacin del bar que est “en una zona de paso de da de diario. Los fines de semana cierro” porque al estar junto a la avenida de Espaa, en una zona industrial, todo cierra. Es una ventaja para poder pasar tiempo con su familia, aunque durante un tiempo abri los sbados por la maana y no descarta volver a hacerlo ahora que llega el Mundial de ftbol.
Lo que es una desventaja es que, al ir cerrando industrias, los clientes han ido disminuyendo, aunque destaca a su clientela fija.
Para mantenerse, desde el primer momento Roberto apost por la variedad de tapas. “Casi siempre tenemos entre 15 y 20 e intento cambiarlas, no tener siempre lo mismo, porque el cliente se aburre, hay que renovar”. Destaca entre las que ms gustan la tortilla, las migas, la tosta de queso picn untado y el jamn con tomate. “Todos los das salen cerca de 200 pinchos. Todos los das se agotan as que ya sabes el trabajo que tienes que hacer”. Lo dice con conocimiento de causa porque Roberto es el encargado de la cocina. Le acompaan en Manilab su hermana Sheila y Luz Mara, dos camareras.
Adems de las tapas, tambin hay que resaltar los desayunos, muy baratos porque su oferta incluye el caf ms tortilla, churros, migas, bollera o tostadas, a elegir, por 1 euro. Por este mismo precio tiene el tercio de cerveza Estrella del Sur y el botelln de cerveza a 0,80 cntimos.
Adems, ha instaurado los Viernes felices , da en que tanto la caa, como la Sandy, la cerveza sin alcohol y el botelln se venden a 0,80 cntimos y la Budweiser y la Voll Damm, a 1,50 euros. Y tambin tiene las copas, a partir de las siete de la tade, al precio de 7 euros. “Yo miro los precios con los proveedores, pero es que ya no se pueden bajar ms, porque lo siguiente sera ya regalarlo”.
Adems de sus bajos precios, con ayuda de su mujer decora el bar en algunas ocasiones para celebrar fiestas. Recuerda la de Halloween y subraya: “Tienes que hacer cosas diferentes para atraer a la gente”. Lo que menos le gusta del negocio es los quebraderos de cabeza que supone y lo que ms, “que haces muchas amistades”. No le gusta la explotacin en la hostelera porque, como jefe, “me gusta tener a la gente contenta” y resalta que, sin sus camareras, “no seramos nada”.