La Fiscalía de Granada ha mantenido hoy la petición de cinco años de prisión para el dueño de un bar de Atarfe (Granada) acusado de un delito contra el medio ambiente por sobrepasar los niveles de ruido permitidos y perturbar el descanso de los cuatro miembros de la familia de una casa colindante.

La Audiencia de Granada ha celebrado el juicio contra Juan B.M.B, propietario de un bar de Atarfe con una terraza anexa acusado de sobrepasar los niveles de ruido hasta afectar a la familia que vive junto al establecimiento.

La Fiscalía ha incidido en que el acusado carecía de la licencia necesaria para montar la terraza.

El acusado ha recalcado que no tuvo constancia alguna de que su negocio perjudicara a nadie y ha negado que el Ayuntamiento le advirtiera o amonestara en ningún momento por la actividad de su terraza.

Ha apuntado además que instalaba unas doce o quince mesas en la terraza y que las fiestas que se hacían durante varios días en honor a San Juan las organizaba el barrio, aunque él tenía adjudicada la barra, sin que las molestias puedan imputarse a su establecimiento.

Según la Fiscalía, la actividad de la terraza y sus horarios, en una instalación que carecía de limitadores acústicos, emitía una contaminación acústica que creó un “grave peligro para la salud de sus vecinos al generar constantes molestias”.

La familia afectada que reside en la vivienda colindante tanto al bar como a la terraza, compuesta por un matrimonio y dos menores, denunció las emisiones acústicas por perturbar su descanso y afectar a su estado de salud, especialmente al de la madre y la hija pequeña.

La mujer denunciante ha detallado que desde que convive con el establecimiento se han agravado sus dolores de cabeza, que tiene que combatir con infiltraciones, y que el ruido y las vibraciones hasta altas horas de la madrugada afectaron al descanso y la convivencia familiar.

Un perito forense ha detallado que exploró a los cuatro miembros de la familia pasados los años, por lo que no ha podido percibir los daños ocasionados, pero ha subrayado que ofrecieron un relato de las molestias “coherente” con los perjuicios que ocasiona soportar porcentajes elevados de contaminación acústica.