México, D.F.-
Llegaron puntual a las 17:00 horas 13 madres acompañadas por sus seres más cercanos. Arribaron al Ángel de la Independencia vestidas de blanco, con una playera con la fotografía de sus hijos, quienes, hace un año, fueron plagiados del bar Heaven, a unos metros del lugar.
De manera simbólica, los deudos cargaron ataúdes para representar a cada una de las víctimas, así como globos negros como señal del luto que aún vive el barrio de Tepito.
“Ahora lo que queremos es memoria, verdad y justicia para nuestros hijos. Memoria, porque queremos que los recuerden bien, que la comunidad siempre recuerde que son inocentes, que fueron víctimas y que no los tachen de traficantes hijos de no sé quién. Verdad; porque queremos que las autoridades aclaren esta situación, que atrapen a los responsables, que nos informen de los avances que llevan y que los detenidos digan la verdad, por qué se los llevaron y los mataron de esta forma”.
“Y justicia porque también no vamos a parar, no vamos a dejar de fastidiar a las autoridades para que nos digan los dos puntos que ya te mencione, queremos justicia para nuestros hijos y sobre todo, sobre todo, más que otra cosa, que en verdad se pongan a trabajar y eviten que estas cosas se vuelvan a repetir en el país, una madre no debe de estar pasando por esto”, explico Leticia Ponce, madre de Jerzy Ortiz, quien encabezaba la marcha.
“Chocan” con las autoridades
Antes de que las madres se organizarán, ya eran esperadas por elementos de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSPDF), lo que provocó la molestia de las deudas, quienes empezaron a protestar.
“Que hacen aquí hijos de la chingada, qué nos cuidan a nosotras si ya nos partieron la madre, si ya nos mataron a nuestros hijos y ustedes no hicieron nada, debería estar buscando a los asesinos de nuestros hijos”, les recriminó Julieta González, mamá de Jennifer Robles, una de las jovencitas asesinadas.
Los ánimos se calmaron y un oficial de la SSPDF explicó que sólo trataban de garantizar la seguridad de los manifestantes y de terceros, después les abrió paso y se postraron por espacio de 15 minutos justo en el Ángel de la Independencia donde los turistas y quienes pasaban junto al monumento al enterarse de quienes eran, les regalaron un aplauso y ánimos para seguir.
Luego de la protesta, las madres caminaron hasta la calle Lancaster, las lágrimas empezaron a correr en cuanto partieron hacia el punto.
Al llegar al lugar colocaron los ataúdes y prendieron veladoras.
Las 13 madres rezaron un padre nuestro, terminando la ceremonia que llamó la atención de los negocios que aún sobreviven en la calle, soltaron medio centenar de globos negros simbolizando el que por fin las mujeres tepiteñas aceptaron que sus hijos ya no estarán nunca más con ellas, pero, afirman, “no dejarán de exigir justicia”.