j.f.m. palma
Antoni Martorell, empresario y exdirector general de IB3, negó ayer en el juzgado que hubiera golpeado a Álvaro Llompart en un bar de Palma, contradiciendo la versión que ha denunciado el excontable arrepentido de UM, que asegura que le agredió. Martorell declaró ayer como imputado en relación a unos hechos que ocurrieron de noche en la terraza de un céntrico bar de Palma. Llompart, que ha colaborado en la investigación de los delitos cometidos por políticos de UM aportando importantes nuevas pruebas, mantuvo ayer que Martorell se le acercó cuando estaba sentado con unos amigos en un bar. Le dirigió unas palabras que él consideró amenazas y a continuación le golpeó en la cara con la mano abierta, provocando que se cayera de la silla.
El testigo relaciona esta agresión con su decisión de colaborar con la fiscalía Anticorrupción. También acusa a Martorell (militante de UM) de impulsar una campaña mediática, en su periódico digital, para perjudicar su imagen pública e intentar desacreditarle. El excontable denunció que antes de agredirle, Martorell le dijo “me has arruinado la vida, ¿por qué has hablado con la fiscalía?”. A continuación, según el denunciante, al recibir el golpe, se estampó la cara contra el cristal del local.
Otra versión
Martorell, que está imputado en una de las piezas del caso Voltor, mantuvo ayer en el juzgado una versión de los hechos muy diferente. Negó que el incidente tuviera ninguna relación con la circunstancia de que el excontable de UM hubiera decidido colaborar con la fiscalía y aportara detalles de las irregularidades cometidas en el partido.
Al ser preguntado por los hechos que se han denunciado, el exdirector general de IB3 negó la agresión y dijo que el incidente se había limitado a “un pique y a un rifi rafe”. Explicó a preguntas de su abogado que el encuentro con Llompart fue casual, pero se dio cuenta que al pasar frente a él “se reía y se mofaba de mí”. En lugar de continuar su camino, el empresario decidió detenerse y dirigirse a Llompart. Explicó que le dijo “què putes dius, què putes vols, deixa´m en pau”. Estas palabras molestaron a Llompart, según el empresario, que aseguró que siguió su camino y se dirigió hacia el bar donde antes había decidido ir con sus dos acompañantes.
“Ni le pegué, ni le empujé, ni golpeó contra el cristal, ni siquiera cayó al suelo”, aseguró Martorell, que mantiene que Álvaro Llompart se ha inventado la agresión. Dijo, que además de decirle que le dejara en paz, le dedicó de lejos “una peineta”, pero que la agresión nunca se produjo.
Añadió que no recordaba si había insultado a Llompart, como denunció el excontable ante la Policía, si bien aclaró que no suele utilizar las palabras “maricón o cabrón” como relata el denunciante. Cuando insulta a alguien suele utilizar la palabra “cap de fava”, ya que siempre habla en mallorquín. Martorell quiso ante el juzgado demostrar que el incidente que tuvo con el testigo protegido de la fiscalía no tiene ninguna relación con las causas judiciales que se siguen contra políticos de UM. Asegura que en los tres últimos años, desde que se destapó el caso Voltor, no había tenido ningún contacto con Llompart, si bien reconoció que le presentó una denuncia en el año 2010 por una noticia que apareció en la prensa.